Armando Archundia aclaró todo. Un polémico comunicado, supuestamente realizado por la Comisión de Árbitros de la Federación Mexicana de Futbol (FMF). Captó la atención de los usuarios en redes sociales al señalar que, a grandes rasgos, que varios silbantes e integrantes de la comisión hicieron públicos sus festejos por el campeonato del América. Sin embargo, al final del día apareció Armando Archundia para aclarar la situación, y para anunciar despidos de los autores.

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El primer documento estaba dirigido al “gremio Área Técnica, Delegados, Instructores, Asesores y Árbitros”. Y en él se solicitó ser imparciales ante el campeonato de las Águilas al recordar que “prestamos un servicio a la FMF y dichas acciones pueden ser malinterpretadas”.

El escrito venía firmado por dos personas: Lucía Mejía Zamudio y Eduardo Galván Basulto, de quienes no se sabía muy bien su posición. Aunque más tarde se supo que eran coordinadores del Área de Instrucción de Árbitros.

Cuando la publicación salió en redes sociales, varios ex árbitros como Felipe Ramos Rizo o Francisco Chacón lo retomaron en modo de burla o sarcasmo. Mientras que los usuarios, al señalar que no tenía la redacción ni seriedad adecuada para ser un documento oficial, lo tomaron como una broma.

Sin embargo. El escrito sí fue real y tuvo que ser Armando Archundia, presidente de la Comisión de Árbitros, quien aclaró el tema ya en la noche del lunes.

PIDIERON IMPARCIALIDAD A LOS DEL GREMIO

Según el ex nazareno. “cuatro asesores que califican el trabajo de nuestros árbitros en la Tercera División publicaron en sus redes sociales mensajes donde expresan apoyo al América. Después de su título logrado el pasado domingo. Dichas actitudes no van de acorde con los principios profesionales de imparcialidad, por lo que decidimos terminar nuestra relación profesional con ellos”.

Es decir, la primera carta sí era oficial, pero se trató de un documento interno entre los integrantes de la Comisión de Árbitros que se terminó por filtrar.

El motivo de este escrito. Según Archundia, era “evitar que estas acciones volvieran a ocurrir”, sin embargo, los dos coordinadores emitieron el comunicado sin la autorización del presidente ni algún otro directivo.

Como resultado, “identificamos esta acción como una falta grave, ya que los coordinadores asumieron atribuciones que no les corresponden y pusieron en entredicho el profesionalismo de nuestra institución. Producto de una relación errónea”. Por lo que también decidieron despedirlos.

En resumen, toda la novela se trató de un grave error de comunicación dentro de la Comisión de Árbitros.