La suerte le jugó a favor a unos Bengals que parecían perdidos al inicio del último cuarto. Pero el despertar de su ofensiva les permitió sumar el tercer triunfo consecutivo en el primer turno de la jornada sabatina en la NFL.

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Cincinnati se aferró a la idea de llegar a los playoffs, tras derrotar en tiempo extra 27-24 a los Minnesota Vikings, que desperdiciaron una ventaja 14 puntos en los minutos finales.

Ambos equipos saltaron al emparrillado del Paycor Stadium sin su quarterback titular. Minnesota incluso probó a su tercer pasador del año, el poco fiable Nick Mullens, quien, si bien convirtió una serie de buenos pases de touchdown en dirección del novato Jordan Addison, al final falló en el momento decisivo.

No solamente fue detenido en un par de series ofensivas. Mullens tuvo en el tiempo extra la posibilidad de sellar el triunfo de la visita con una tercera y cuarta oportunidad, y una por avanzar. Nick se quedó corto en ambas oportunidades y le permitió a Jake Browning dirigir la serie ofensiva de la victoria hasta el territorio de su pateador, Evan McPherson, quien acertó un intento de 29 yardas para hacer explotar el estadio.

Minnesota hizo todo lo posible para perder un partido que tenían controlado. Cincinnati despertó de la mano de un ataque que controló en los tres primeros episodios.

Browning completó 29 de sus 42 envíos para 324 yardas, dos touchdowns y una intercepción. Mullens también tuvo buenos números, con 26 pases completos para 303 yardas, dos TD y dos intercepciones.

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Cincinnati ganó con todo y que contabilizó menos yardas totales que su oponente, 378 por 424. Pero las dos entregas de balón de los Vikings les pasó factura en el resultado final.

Con este resultado, los Bengals dejan de momento el último lugar de la división Norte de la Conferencia Americana al ponerse con récord ganador de ocho triunfos y seis derrotas. En tanto que los Vikings, se alejan en el Norte de la NFC con registro de 7-7.