POR FERNANDO SCHWARTZ

ROBERTO Rodríguez, médico de Pumas, habló con mi compañera Nelly Simon de su salida de Pumas, por la reiterada lesión de Martin Bravo. Una salida que no correspondió a sus 25 años de servicio. Así lo hablo en ESPN: “Me llamó alguien del laboratorio que nos lo hacía cada seis meses. ‘Doctor, me habló alguien de la oficina de Pumas, que usted ya no es el médico. Me habló una persona muy enojada, que debemos mandar los informes a otra persona’. Llamé a Cantera, a Mario Trejo: ¿Cómo está todo? ‘Bien. Habrá cambios. Ya no trabajarás más con nosotros’. Estaba en la mesa para desayunar, me quedé frío e impávido”.

Veinticinco años después: “La forma no fue la adecuada. Tal vez cuando entrego mi informe y vacaciones, me hubiera dicho: ‘Ya no trabajarás con nosotros, nos caes gordo, ya no te necesitamos’. No fue la manera justa después de 25 años de estar ahí”. ¿Mal médico? “Sería un mal filtro. Probablemente se complicó con la lesión de Martín Bravo. No fue culpa nuestra, intervino un tercero y tal vez eso causó mi salida”.

NOS LA CARGARON

Lo sucedido con Bravo: “Lesión muscular. Las lesiones de ese tipo tardan en sanar de tres a seis semanas. Está en el expediente del jugador. En las primeras semanas hicimos estudios. Nunca había hecho tantos como a Martín. Cada semana lo hacíamos. Termina una grande e iba cicatrizando a las cinco semanas. Él, desesperado, escuchó a alguien que le dijo que se pusiera ozono y eso le creó una lesión mayor y retrocedió. Es como si nosotros tuviéramos la culpa”.

Rodríguez apuntó: “Nunca me dijo que se puso ozono Me enteré tiempo después por otra persona que le pusieron un tratamiento aparte. No le dije nada a Martin. Lo comunique a la directiva, diciéndoles lo que el ozono causa a un problema muscular”.