Los clubes de la Premier League votaron a favor de limitar a un máximo de cinco años la amortización de los contratos de los futbolistas, sin importar la duración de los mismos, para evitar que equipos como el Chelsea se aprovechen de esto para evadir el ‘fair play’ financiero, según The Athletic.

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Hasta ahora, los clubes podían amortizar el precio de un fichaje a lo largo de la duración del contrato. Lo que provocaba que se firmaran contratos de siete, ocho o nueve años para poder declarar el precio del mismo en el mayor número de años posible. Es decir, un jugador fichado por 100 millones y al que se aplica un contrato de diez años, le costaría al club 10 millones por año.

Esto fue utilizado por el Chelsea en fichajes como el de Enzo Fernández, que costó 120 millones de euros y firmó un contrato hasta 2031. También Mykhailo Mudryk, que firmó por 70 millones de euros con un contrato de ocho años y medio.

Esta medida fue votada en la reunión mensual de los clubes de la Premier League y no tendrá carácter retroactivo. Los contratos que ya estén firmados no se verán afectados por ella.

Además, de esta manera la Premier League se alinea con la UEFA, que limita a cinco años la amortización de los contratos.

¿Por qué el Chelsea utilizó este vacío legal en la Premier League?

Con el cambio de dueño, el Chelsea comenzó un proyecto con una base de jugadores jóvenes que estaban destacando en sus clubes. De alguna manera, buscaban tener un equipo con mucha proyección hacia el futuro.

Es así que vendieron a elementos que habían sido claves, prácticamente toda la plantilla fue cambiada y llegó Mauricio Pochettino a dirigir el proyecto.

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Justamente, la mayoría de los jugadores firmaron contratos de larga duración con la intención de amortizar los gastos y no tener problemas con el Fair Play Financiero. Extraoficialmente se sabe que desde la llegada de Todd Boehly al Blue, el equipo gastó alrededor de un billón de dólares.