La concentración de la Selección Mexicana se llenó de emotividad. El día del padre fue el pretexto perfecto para que todos aquellos que tienen un hijo, pudieran recibir un pequeño regalo por parte de la gente de mayor rango.

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El entrenamiento del día fue concreto como el resto de los días. Las dobles sesiones se mantuvieron, pero el marco de la celebración de los progenitores, dejó un ambiente sensible, pues muchos querían hablar con sus familias, las que ya tienen más de tres semanas sin ver.

Tras el entrenamiento, Jaime Lozano, Duilio Davino y el resto de los encargados comenzaron a llamar a los futbolistas a uno de los salones del hotel de concentración. Varios jugadores se sorprendieron, sobre todo porque la sesión de video ya había pasado en la mañana.

¿Cómo festejó la Selección Mexicana el Día del Padre?

De un momento a otro, la mayoría de los futbolistas estaban sentados a la espera, mientras la famosa canción de Timbiriche “Hoy tengo que decirte papá”, comenzó a sonar en una bocina portátil y a todo volumen.

Los seleccionados comenzaron a sonreír, mientras la gente que acompaña al equipo de todos les repartió una bolsa blanca con una sorpresa. Los que son padres la recibieron, mientras los pocos que todavía no lo son, solamente se limitaron a observar.

En la bolsa, una fotografía con todos los descendientes del festejado se podía observar. Con un mensaje de los más pequeños de su casa, los celebrados solamente sonrieron, incluso algunos llegaron a las lágrimas, lo importante fue el detalle que tuvieron los altos mandos con ellos.

“Muchas gracias”, fueron las palabras de varios, quienes se conmovieron hasta el punto de estar deseosos por hablar con sus familiares. Para finalizar el convivio, los aplausos fueron mayoría, por el detalle en pleno día del padre.

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El equipo de todos tuvo un día con sentimientos a flor de piel, gracias a que los más importantes para ellos no se olvidaron de un día que en México tiene un significado distinto por todo lo que significa el líder de una familia.