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10, mayo 2024 - 6:00

┃ José Ángel Rueda

Tatiana Ortiz firmó la primera medalla en Clavados femeninos con Paola Espinosa / Foto: Cortesía Atletas MX

El nombre de Tatiana Ortiz quedó grabado en la historia del deporte mexicano al convertirse, junto a Paola Espinosa, en la primera mujer clavadista en ganar una medalla olímpica. El bronce que ganó en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 la impulsó en diversas facetas dentro del deporte, pero también en la cuestión personal. Como madre de tres hijas, dos de ellas con el sueño de ser clavadistas.

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La medallista olímpica reconoce el reto que represente acompañarlas en ese camino, sobre todo ante la consciencia de que cada trayectoria es diferente. Ortiz antepone el hecho de ser mamá al deseo de que, en un futuro, sus hijas sigan con su legado.

“Ha sido muy padre porque me he permitido disfrutar de otra manera, aprender que sí es importante la disciplina, pero también que lo puedas disfrutar, que realmente estés convencido de querer hacerlo. Yo las llevo a entrenar y estoy ahí, muy cerca de ellas, pero también siempre les he dicho, ‘a ver, no porque mamá fue medallista olímpica, ustedes tienen que ser medallistas olímpicas’, me encanta verlas entrenar, me encanta ver que hagan sus clavados, que día a día vayan superando sus miedos, pero si llega un día que me dicen ‘sabes qué mamá no quiero o no me gusta’ no va a pasar nada, ‘mamá tuvo su historia, tuvo su momento, si ustedes deciden al final hacer otra cosa no va a pasar nada’”.

Tatiana Ortiz reconoce el impacto que tuvo su medalla en el deporte femenino / Foto: Cortesía Atletas MX

Tatiana Ortiz reconoce que las cosas han cambiado en relación a cuando ella recién comenzaba a practicar la disciplina. La experiencia que tuvo es distinta y no se puede comparar a lo que hoy en día hacen sus hijas. “Ha sido muy retador, la verdad es que me he tenido que reinventar y me he tenido que poner a reflexionar en muchas cosas, porque la forma en que yo lo viví es totalmente distinto a lo que están viviendo ellas ahora, la situación familiar, la situación económica, la tecnología, muchas cosas que ya han cambiado, entonces he tenido que transformar muchas cosas, inclusive la forma de crianza, totalmente distinta a la que teníamos nosotros antes”.

A pesar de que busca liberar de presión a sus pequeñas, por momentos, Tatiana no puede evitar que salga ese gen competitivo que la llevó a conquistar una medalla olímpica. “Obviamente a veces te ganan la parte competitiva y dices ‘oye pero tu mamá pudo tú también’, pero la verdad es que dejo que tomen sus decisiones, dejo que aprendan a resolver, a su nivel, a su edad, las situaciones que se les va presentando”.

FIEL A SUS IDEALES

Forjada bajo la exigencia del alto rendimiento. Tatiana Ortiz busca transmitirles a las pequeñas Stella, Dakota y Natalia los valores que la han identificado desde que era deportista. La clavadista siempre se caracterizó por ser fiel a sus ideales, algo que en su momento no lo vieron muy bien las autoridades.

“En mi tiempo siempre se vio como un acto de rebeldía el que yo siempre persiguiera mis sueños, el que yo tratara de hacerlo a mi manera, ahorita ya lo vemos de otro modo, qué bueno que eres fiel a lo que piensas y a lo que sientes, pero el hecho de que yo no estuviera en una villa igual que mis compañeros, el irme a vivir a mi casa, irme con mis papás después de entrenar. Me encantaba terminar de entrenar, abrir mi refrigerador y comer lo que yo quisiera, ver la televisión, hacer mis cosas, no perder esa parte de Tatiana, porque la realidad es que le dedicas muchos años a un deporte y al final eso se acaba. No tienes que dejar perder la Tatiana profesionista, la Tatiana mujer, la Tatiana que tiene ganas de hacer otras cosas, entonces yo sí me permití seguir haciéndolo” .

Ortiz aceptó que en su momento, el seguir sus sueños no era bien visto / Foto: Cortesía Atletas MX

“Siempre lo peleé y a veces me salió bien, a veces no tan bien, pero eso me permitió cerrar bien terminar bien un ciclo, afortunadamente con una medalla olímpica que le di a mi país, sigo así, fiel a mis convicciones, a mis valores y a mis principios”, agregó.

Una vez retirada del alto rendimiento, Tatiana encontró en el servicio público una nueva pasión. A la ex clavadista le gusta escuchar a la gente, hacer algo por la sociedad y el deporte. No sabe por dónde la llevará la vida, pero ella lo disfruta, quiere ser parte de esa generación de mujeres que rompen las barreras. “Cuando me retiré me dediqué al servicio público, estuve en cargos de elección popular, estoy en la administración pública, ya tengo casi 12 años, me ha gustado, hay mucha área de oportunidad y, por supuesto, yo creo que la visión que tenemos, la preparación que tenemos, el amor que le tengo al deporte y la preparación y mi experiencia, por supuesto que me gustaría seguirlo implementando en las oportunidades que me sigan dando”.

TATIANA ORTIZ RECUERDA SU MEDALLA Parte de la historia

En el verano del 2008, Tatiana Ortiz ganó junto a Paola Espinosa el bronce en los 10 metros sincronizados. La presea supuso un antes y un después para la prestigiosa escuela de los clavados mexicanos, la cual hasta entonces solo contaba con medallistas masculinos. El logro de ambas clavadistas rompió la barrera y dio paso a una tradición dentro de los clavados femeninos. Después de Paola y Tatiana siguieron las hazañas de Laura Sánchez, Ale Orozco y Gaby Agúndez.

Gaby Agúndez celebra una medalla junto con Ale Orozco. FOTO: Luis Garduño | ESTO

“Me siento parte de esa historia de los clavados, fuimos la primera medalla que tuvieron las mujeres en los clavados, todas las medallas previas habían sido puros hombres, y eso me hace sentir parte de la historia, parte de ver a las niñas competir ahora y decir, bueno, fuimos las que abrimos camino, fuimos las que les demostramos que sí se podía y la alegría de que después de Beijing siguieron más medallas de plata, ya muy cerca de los oros, fue como poner nuestra piedrita, poner nuestro granito de arena en esta historia que cada Juegos Olímpicos sigue haciéndose más grande y la siguen enriqueciendo más mujeres”, confesó Ortíz, en entrevista con ESTO.

Ortiz ganó su medalla en Beijing 2008 / Foto: Luis Garduño

A poco más de 15 años de aquella medalla, Tatiana Ortiz recuerda cómo le cambió la vida. Una vez que salieron de la burbuja china, nada volvió a ser como antes. “Fue un cambio totalmente abrupto. No dimensionamos el tiempo estuvimos en China. Realmente nos dimos cuenta ya hasta que llegamos a México, fue una locura. Desde cómo nos reciben en el aeropuerto, iba a comprar un café y la gente me reconocía, se tomaban fotos conmigo. Me contaban su experiencia de cuando vieron la competencia ese día. Y ahorita estamos a más de 10 años de esa medalla y todavía hay gente que te ve como raro y dice. ¿Serán o no serán? Y ya cruzas la mirada y todo, pero todavía sigue siendo algo que me sigue llenando de mucha satisfacción”.

Por aquellos tiempos, a Tatiana le tocaba entrenar bajo el manto de una generación de grandes clavadistas, muchos de ellos consolidados. Ella era parte de las jóvenes promesas que más tarde darían grandes resultados a nivel olímpico. En la parte final de su carrera, a la mexiquense le tocó cambiar de entrenador para trabajar con Paola Espinosa, su pareja en sincronizados. Bajo el mando de la entrenadora china Ma Jin.

Tatiana Ortiz recuerda con cariño los momentos donde la generación anterior la cobijó / Foto: Cortesía Atletas MX

“Yo tuve la fortuna de entrenar con una generación increíble que era Fernando Platas, Mari José Alcalá, Jashia Luna, Azul Almazán, Joel Rodríguez, una generación de las que aprendías, los veía ser los primeros en llegar a la alberca, los últimos en irse, la disciplina, el ambiente del entrenamiento, era una generación totalmente distinta, entonces tuve la fortuna de aprender con todos ellos y me quedo con muchos buenos recuerdos, sobre todo la parte de la disciplina y del compromiso, porque Fernando Platas ya siendo Fernando Platas, Mari José Alcalá siendo Mari José Alcalá, me tocaba compartir el trampolín, me tocaba escuchar los consejos, me tocaba también el regaño cuando me tardaba, cuando algo me daba miedo. Me siento muy afortunada de haber sido parte de esa generación y que ahora los veo triunfando ya en la parte profesional y que siguen aportándole al deporte”, cerró.

Altas expectativas rumbo a París 2024

Alentado por resultados históricos en los últimos dos Campeonatos Mundiales y en los Juegos Panamericanos de Santiago 2023. El equipo mexicano de clavados busca conquistar París. México llevará figuras de la talla del subcampeón del mundo Osmar Olvera, y las medallistas en Tokio 2020 Alejandra Orozco y Gabriela Agúndez. Al respecto, Tatiana Ortiz destacó el balance de la selección.

“Ya hay un balance porque antes eran los resultados de los hombres, luego una época de resultados de mujeres y ahorita creo que ya hay un balance tanto el equipo femenino como el equipo masculino, ya los dos son favoritos en la mayoría de las pruebas. Eso está muy padre porque sigue hablando muy bien del trabajo que están haciendo los entrenadores aquí en México, obviamente el apoyo de las familias de los clavadistas y sobre todo de los clavadistas. Habla muy bien de toda esta escuela de clavados mexicana”, dijo la medallista en Beijing 2008.

La Medallista de Beijing 2008 reconoció el balance del equipo mexicano de clavados / Foto: Cortesía Atletas MX

La clavadista destacó el buen trabajo que se ha hecho en la disciplina para mantener a México en lo más alto. “También estoy muy contenta de ver que los estados siguen creciendo, que ya no está concentrado nada más en uno o dos sino ya hay muchos estados que están participando, que están invirtiéndole que están viendo que clavados es una potencia. A mí me tiene muy contenta, con mucha expectativa para estos Juegos Olímpicos que vienen y creo que lo vamos a disfrutar. Tanto viendo a los hombres como a las mujeres”, agregó.

Los clavados desde la perspectiva de Tatiana Ortiz

Clavados es la disciplina que más medallas olímpicas le ha dado a México, con 15. Tatiana Ortiz, quien conoce los secretos del trampolín y la plataforma, lo atribuye a las cualidades del mexicano y el fogueo constante que se tiene.

“El carácter que tiene el mexicano de demostrar y de comprometerse realmente con las cosas. También el cuerpo del mexicano, la altura, la masa muscular nos ayuda mucho y esa habilidad que tenemos. Porque debes de ser un poquito aventurero, un poquito ciquero para hacer todas esas cosas en el aire. Tanto las características físicas del mexicano, como la parte del carácter nos ayuda mucho”, dijo.

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La competencia nos ha hecho crecer, la regularidad nos ha estado haciendo que vayamos creciendo. Yo estoy segura que China, Rusia, Gran Bretaña, todos, o sea, siempre están pendientes de lo que estamos haciendo nosotros”, agregó.