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10, mayo 2024 - 6:00

┃ Karla Uzeta

Valeria Miranda tiene la oportunidad de llevar a su hija a los entrenamientos. FOTOS: CORTESÍA ATLAS

Ser mamá le cambió la vida por completo a Valeria Miranda, defensa del Atlas Femenil. La pequeña Emma tiene un año de vida. Tiempo suficiente para que la futbolista haya aprendido de su hija muchas cosas, entre ellas, la capacidad y poder que tiene su cuerpo.

Y es que el Torneo Clausura 2024 marcó el regreso de Valeria a las canchas. Ya que a lo largo de todo 2023 estuvo dedicada a su vida personal y al crecimiento de su hija. Por lo que haber vuelto a jugar después de ser mamá y regresar a la actividad como jugadora del Atlas (pues era del Querétaro), fue importante para ella.

“Mi vida cambió completamente. Ella vino a enseñarme muchas cosas, como el enseñarme a amar de una manera diferente, ha cambiado completamente mi vida para bien. Ser mamá ya es un trabajo increíble que a lo mejor no está tan reconocido. Pero que además de ser mamá puedas hacer lo que amas, es un plus para todo.

“Fue una temporada de muchos retos en lo personal porque iba a ir a mi gusto y critica, de cero a alcanzar el nivel más alto que se pudiera. De reencontrarme con la Valeria futbolista, que mi cuerpo se adaptara otra vez a este tipo de jalones. Fui sumando poco a poco entendiendo que fue un proceso y no fue fácil dejar de jugar, el pargo, mi hija. Ahora tengo la libertad de elegir quién soy. Soy mamá, pero es como empezar de cero. Tú eliges hasta dónde quieres llegar y cómo mejorar, pero ha sido una temporada que me enseñó que puedo seguir”, dijo a ESTO.

¿Nacida para ser futbolista? Valeria Miranda sabe que su hija lleva el deporte en la sangre

Valeria Miranda no sabe si su hija será o no futbolista, pero sabe que ‘algo’ le atrae, ya que además de que le encanta jugar con la pelota, la pequeña Emma trae el balompié en la sangra, ya que además de Valeria, también es hija de Washington Aguerre, exportero del Querétaro.

“Me gustaría que mi hija fuera feliz, si es feliz con un balón la voy a apoyar siempre y cuando haga lo que la haga feliz, con el futbol la veo con ganar, tiene sangre de futbolista, no sé si sea genético o no, pero le gusta el balón, la hace feliz.

“Yo cuento con el apoyo del papá de mi bebé. Pero es complicado porque es futbolista también y estamos en diferentes partes. Él siempre es comprensible en ese sentido y tenemos ya la parte de cómo va a funcionar, la verdad lo hemos llevado bien”, compartió.


Miranda comparte su profesión todos los días con si pequeña

Si ser mamá es una fortuna, para Valeria Miranda, jugadora del Atlas, lo es aún más para las futbolistas, pues pueden compartir con sus hijos el trabajo, situación que no ocurre con todas las madres que trabajan, por lo que, para la defensa rojinegra, es un privilegio que los pequeños puedan acompañarlas y de paso ver cómo sus mamás trabajan para sacarlos adelante.

“Tenemos el privilegio de hacer lo que amamos a un lado de la persona que amamos más en la vida, es un privilegio enorme poder compartir estos momentos con tu hijo mientras lo ves crecer y que vea que mamá hace lo que es feliz”, estableció para ESTO, al tiempo en que explicó qué ha sido para ella lo más complicado de ser mamá y futbolista.

“Ha sido difícil sobre todo por ser mamá primeriza, te encuentras con un proceso completamente distinto como persona, como futbolista y como madre; como persona porque te encuentras con una nueva identidad porque ya no eres sola, de ti depende alguien, tu mundo se centra en ella; como futbolista es regresar a tu cuerpo, exigirle físicamente, pero te plantas en la cancha dices: va por ella porque todo tiene que valer la pena y que cuente”, explicó.

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Liga MX apoya la maternidad

Y aunque desde hace siete años que nació la Liga MX Femenil han aprendido muchas cosas, entre ellas la cuestión de la maternidad, Valeria Miranda pidió que se siga en ese camino porque se han hecho cosas buenas para las jugadoras. Además de que recalcó que, para ella, todo lo que ha hecho desde que es mamá y para su pequeña Emma, ha valido la pena.

“Si ya ser mamá es difícil, serlo siendo atleta de alto rendimiento, es más, pero verla te recarga, en el camino me siento cansada, pero la veo y sube la pila. Nunca había estado tan cansada en mi vida, pero tampoco había sido tan feliz en mi vida, entonces se nivela perfectamente.

“Todos estamos aprendiendo y sugeriría no cambiar, seguir porque el futbol femenil va cambiando, va bien, vamos evolucionando todos conforme nuestras capacidades y va mejorando y yo diría que hay que seguir. Toca picar piedra y disfrutar”.