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9, enero 2024 - 7:50

┃ Miguel Ángel Mujica

Pumas lleva varios años sin un campeón de goleo / Foto: Mexsport

Pumas tuvo en sus filas al máximo goleador de la Liga MX y fueron hasta cuatro títulos de romperredes consecutivos los que Evanivaldo Castro Cabinho le entregó al club felino entre las temporadas 75-76 y la 78-79. Además, los grandes goleadores auriazules forjados en la cantera siempre resolvieron el problema de anotaciones. Desde Hugo Sánchez, primer mexicano en tener este reconocimiento con los universitarios, hasta Jesús Olalde, los forjados en fuerzas básicas siempre respondieron. Aunque el último en lograrlo, fue un argentino, Bruno Marioni, quien en el Clausura 2004 se consagró como el último representante de esta escuadra en conseguir el galardón.

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En este 2024, se cumplen 20 años de la última vez que un felino se llevó el premio, algo que Rogelio Funes Mori, Guillermo Martínez o incluso hasta César Huerta o alguna estrella naciente querrán cambiar por completo.

EL PRIMERO

Prácticamente recién ascendido, Pumas encaró el torneo 1963-1964 con la responsabilidad de representar de la mejor manera a la máxima casa de estudios, que, por esa época, era un simple animador. Chivas, América, Monterrey y hasta Irapuato, eran los equipos que dominaban.
Poco importó eso para los felinos, que encontraron en Alberto Etcheverry a un jugador interesante que pudiera completar una plantilla muy joven. Proveniente de los freseros, no necesitó de un torneo de adaptación y de inmediato se confirmó como una opción nata en la zona alta. El pampero terminó con 20 anotaciones, las mismas que Francisco Moacyr de los cremas, para poder llamarse el primer campeón de goleo de los Pumas.

LLEGÓ EL CABO

Como una apuesta arriesgada, Pumas trajo a un desconocido Evanivaldo Castro a sus filas para el torneo 74-75. Cabinho, conocido de esa forma en el medio futbolístico, no tardó en adaptarse, en su primera temporada hizo 16 goles y en la siguiente se convirtió en el hombre más peligroso de los felinos. Para la campaña 75-76, el brasileño ya era una amenaza de gol.
Universidad mostró su poderío durante las 38 jornadas disputadas como la mejor ofensiva del campeonato con 67 anotaciones, 29 de ellas hechas por el Cabo. Lastimosamente para los auriazules, perdieron el ritmo en la Liguilla y ante la sorpresa de todos, cayeron en la ronda de cuartos de final con el Unión de Curtidores por un global de 2-4.

LLEGÓ EL TÍTULO

Con Cabinho como su máximo referente, los pumas arrancaron la campaña 76-77 como uno de los rivales a vencer. La escuadra felina demostró el poderío que tenía en su zona alta y marcó hasta 67 anotaciones en el torneo largo, 34 de ellas fueron cortesía del goleador del impactante afro.
Con un formato distinto, Pumas se clasificó a la final luego de superar en el Grupo uno de la Liguilla a Cruz Azul, San Luis y Atlético Español. La sorprendente Universidad de Guadalajara fue la que retó a los auriazules en la final, la cual fue cerrada pero que el Cabo, con su anotación, llevó al equipo del Pedregal a su primer campeonato de Liga MX.

DOMINÓ LA LIGA

Cabinho no se cansó de hacer goles con los Pumas, encaró su cuarto torneo junto a Hugo Sánchez con una ofensiva que pocos pudieron detener. Los felinos hicieron 81 goles a lo largo de la campaña regular, una cifra nunca antes pensada por el estilo que manejaban los del Pedregal.
El Cabo hizo 33 anotaciones, pero Pumas quedó segundo, a tres unidades del América, pese a que ganaron un encuentro más. La Liguilla volvió a su formato y el representativo de la UNAM dio cuenta de la UdeG en cuartos. El sorprendente Tampoco, que eliminó al América, no fue rival con un 5-2 global. La coronación no se pudo dar, Tigres derrotó en la final a los auriazules y los dejó sin bicampeonato.

DUPLA LETAL

La siguiente temporada volvió a ser importante para los Pumas, que tomaron como revancha la 78-79, pues Tigres les había arrebatado el título. Ahora, el ataque fue compartido por Cabinho y Hugo Sánchez, que entregaron un torneo de 26 anotaciones para cada uno, es decir 52 anotaciones de las 77 de que marcaron en la temporada regular fueron obra de la dupla de oro, en algo nunca antes visto.
El Cabo y el Niño de Oro se entendían a la perfección, incluso en la fase final, donde sólo cayeron ante la UANL y así se clasificaron a la final ante el último respiro del Cruz Azul de los setentas. José Luis Ceballos, Rodolfo Montoya y compañía fueron mucha pieza para Universidad, que cayó por torneo consecutivo en la serie final.

ROMPIÓ LA MALARIA

Si bien Hugo Sánchez y Ricardo Ferretti se quedaron cerca de quedarse con el título de goleo, fue hasta la temporada 87-88 que Luis Flores pudo quedarse con un nuevo cetro para los universitarios.
En una temporada en la que Pumas quedó quinto, pero incluso superó la marca de 81 goles marcados años atrás,Pumas se clasificó a la Liguilla como quinto, derrotó a los Tecos, después a la Universidad de Guadalajara. En la final, Luis Flores hizo la diana de la ventaja en el Olímpico Universitario, pero, en la vuelta, en el Azteca ante América, Pumas cayó 4-1 con un nuevo gol de Flores Ocaranza, que valió de poco.

EL LEGADO DEL DR

La revancha de los Pumas, tras aquella caída en la final ante América, llegó en la temporada 90-91. Luis García, quien vio pocos minutos en la disputa por el título ante las Águilas, ya estaba consagrado como una de las perlas más importantes de la cantera.
El ahora llamado Doctor, hizo 26 goles para hacerse del campeonato de goleo. Pumas, como líder general, hizo 67 anotaciones. En la final, el empate 3-3 se apoderó del global, pero el gol de visitante le dio justicia a un torneo que el Club Universidad dominó de principio a fin y por fin le otorgó aquella revancha deportiva ante un rival que poco a poco se convertía en lo que hoy conocemos como el Clásico Capitalino.

SEGUNDA CORONA

Un torneo regular de los Pumas los hizo terminar en el quinto lugar de la tabla general, pero Luis García Postigo seguía como el hombre gol en el Pedregal. Universidad, con 53 anotaciones, estuvo lejos de los líderes, pese a que al Doctor ya le quedaba chica la Liga MX.
En la Liguilla, Pumas quedó en el camino cuando enfrentó a los Panzas Verdes de León. En una serie que fue pareja, los del Bajío ganaron ambos encuentros por 1-0 y mandaron dormir a los auriazules. Nuevamente con el campeón de goleo, la Universidad Nacional Autónoma de México se quedaba sin trofeo.

EL MUDO QUE GRITABA GOL

Fue hasta el Invierno 99 en el que Pumas volvió a presumir al mejor goleador del torneo. Nacido en la Cantera universitaria, Jesús Olalde resaltó por el olfato de gol que siempre tuvo en las áreas contrarias. El llamado Mudo mostró que tenía lo necesario para ser el mejor delantero mexicano de aquel momento.
Si bien Pumas
ni siquiera se metió a la Liguilla, pudo presumir que un nuevo cachorro era considerado el mejor por los goles que hizo en la cancha. Olalde es el último mexicano campeón goleador de los auriazules.

BARULLO CAMPEÓN

Romper la racha sin títulos solamente fue la cereza en el pastel de un torneo que fue fantástico para los Pumas. Bruno Marioni se convirtió en el referente en el ataque y después de 19 jornadas, el Barullo se convirtió en el mejor romperredes y último jugador que pudo coronarse con la playera universitaria.
En la Liguilla, Marioni fue clave para llegar al último duelo, frente al Guadalajara con chance de ganar. La escuadra auriazul se coronó en casa para sumar el que sería su cuarto título de la Liga MX.

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