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22, septiembre 2023 - 6:00

┃ Karen Morán / ENVIADA

Cristina Romero recalcó lo complicado que puede ser la organización de un torneo Foto_David Tamayo

Algunas personas están acostumbradas a trabajar un turno de oficina, ocho horas de lunes a viernes y fines de semana libres, pero para Cristina Romero, supervisora mexicana de la WTA, la vida laboral es mucho más que eso, pues viaja por el mundo cumpliendo su labor, y aunque a veces pasa mucho tiempo lejos de casa y extraña a su familia, la vida le ha hecho “acostumbrarse a estar un mes completo en otro continente”.

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No tengo hijos, pero sí, claro, obviamente tengo mi familia. Y tienes con paginar, ¿no? O sea, el tratar de trabajar dos o tres semanas, salir a extranjero y volver. Y bueno, tratar de estar en casa lo más que se puede. Aunque claro que sí vivimos con una maleta al lado de nosotros”contó.

Yo creo que te vas tan acostumbrando tanto a viajar y a que cada semana sea en un lugar distinto, que yo la verdad es que no lo sufro tanto porque yo sé que voy a ir a tal país o a tal torneo y como que mi mente piensa por semanas o por torneos. Y digo, ah, bueno, voy a terminar este torneo y después voy a regresar a casa o voy a ir a tal otro lugar. Y después ya lo tengo en la mente que voy a ir un mes a Europa y después regreso. Entonces, te vas acostumbrando”, continuó.

LA VIDA LLEVÓ A CRISTINA ROMERO A LA SUPERVISIÓN DE LA WTA

La llegada de Cristina Romero a la WTA fue “meramente circunstancial”, confesó a ESTO, pero con el paso de los años, fue ascendiendo poco a poco, de ser juez de línea a silla, de ahí a tour supervisor y es así que ahora por sus ojos debe pasar todo lo que un torneo requiere para poder llevarse a cabo y ser parte del circuito.

“El tour supervisor lo que se hace es ser el primer contacto con el torneo, asegurarse que todas las condiciones que se vayan a presentar para las jugadoras sean conforme a las especificaciones que pide la WTA. Tenemos torneos de WTA desde 125, 250, nivel 500, 1000 y premier Mandatory. Entonces cada nivel siendo más alto tiene más requerimientos, nosotros vemos que los requerimientos dependiendo del nivel que se vaya a jugar se cumplan”; explicó a ESTO Romero.

CRISTINA ROMERO EXPLICÓ LO COMPLICADO QUE PUEDE SER LA ORGANIZACIÓN DE UN TORNEO DE WTA

Si bien Cristina se encarga de revisar que todas las condiciones sean optimas durante los torneos de la WTA, cuando el torneo arranca se enfrenta a una de las labores más complicadas: la elaboración del horario diario de los partidos, pues “son muchas cosas las que se deben tomar en cuenta” y no todas “son fáciles”.

Primero, obviamente la competencia, las jugadoras. Si por ejemplo ya han llegado al torneo o vienen jugando de un torneo anterior, entonces si por ejemplo es la finalista del torneo anterior, obviamente se le trata de dar algún día de descanso. Si la jugadora ya estaba aquí, si se puede jugar, también se toman en cuenta las peticiones de las jugadoras, si les gustaría jugar el primer día, el segundo día, su condición física o de salud“. Aseguro Romero.

La organización de un torneo no siempre puede dejar a todos satisfechos / Foto: David Tamayo

Las jugadoras no son las únicas a tomar en cuenta, “Después se toma en cuenta lo que solicita el torneo, que quiere decir por ejemplo hay algunas jugadoras que les interesa por ser locales promocionarlas, o a jugadoras que tienen un buen nombre y que la gente está interesada en asistir, entonces se toma en cuenta las peticiones del torneo y con base a eso también se toma en cuenta las solicitudes por ejemplo de la televisión local, de las televisiones internacionales y todo eso”, explicó Romero, quien al cuestionarle si era posible complacer a todos solamente sonrió.

EL GUADALAJARA OPEN FACILITA SU LABOR

Actualmente Cristina Romero se encarga de supervisar lo que sucede en el Guadalajara Open, y aunque ella es “chilanga de corazón”, se siente orgullosa de poder hacer su labor en su país, aunque claro, eso no quita que sea igual de dura que como lo es en otros torneos, aunque afirmó que la organización liderada por Gustavo Santoscoy ya tiene experiencia.

“Empezaron con unos torneos de 125 que tenían menos requerimientos, pero que fue una muy buena formación para que después hicieran un 250. Después hicieran las finales de las WTA y después este torneo, entonces ellos ya están acostumbrados. No es una cosa que sea muy difícil, lo único es obviamente es que este torneo, al ser un 1000, las jugadoras tienen requerimientos mas especiales que las de un 250, por ejemplo”, explicó.

EL PÚBLICO MEXICANO SÍ ES DISTINTO

Muchas tenistas coinciden en que México es el lugar con la mejor afición en el mundo, y aunque puede sonar a puro compromiso, Cristina Romero puede confirmar que, en efecto, como los seguidores mexicanos no hay dos.

“El público mexicano y sobre todo yo creo que el de Guadalajara, es un público que sabe mucho de tenis, sabe cómo se maneja el partido y sí sigue a las jugadoras. Entonces, lo vimos en las Finales que venían gente apoyando a cierta jugadora específica que le tomaron cariño y que no se lo quitan por nada del mundo y que la vienen a apoyar y que la toman como si fuera parte de su familia, digamos. Y en otros países no hay un acercamiento tan cariñoso. Aquí viene gente y les dice, ay mira, te traje una pulsera con tu nombre y te la hice yo, y se emocionan por sacarse la foto, etc. Así que yo creo que también eso es un poco del carácter latino que tenemos”; confirmó.

Romero no puede sentir preferencia por ningún torneo, parte de su trabajo es ser imparcial, así que al cuestionarle cuál es su favorito en todo el mundo, se limitó a reconocer que en Indian Wells “tiene muchas facilidades”, cerró.

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