Hasta hace unas horas el nombre de Martina Trevisan era intrascendente entre los aficionados del Guadalajara Open, pero nada más se encargó de hacerle juego a Ons Jabeur y fiel a su costumbre, el público de la Perla comenzó a apoyarla incondicionalmente.

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Trevisan llegó a Guadalajara como la número 54 del mundo y honestamente, con pocas posibilidades de ser protagonista en el torneo. Sin embargo el cuadro se fue abriendo y ella misma se encargó de dar un golpe de autoridad ante la primera sembrada y candidata natural al título.

El juego de Martina ha sido bastante sólido, para ce que la altura viene bien y fue así que con golpes sólidos y contundentes paseó por toda la cancha a Ons Jabeur y terminó por despedirla del torneo.

Martina Trevisan nació en Florencia y como buena italiana, admira desde su infancia a Flavia Penetta. Fue justamente en este año, en mayo, que la italiana alcanzó su mejor posición en el ranking, al haber llegado hasta la posición 18, aunque el gusto le duró apenas unos días.

En lo que va del año no ha conquistado ningún título y de hecho en lo que va de su carrera sólo se ha coronado en el 250 de Rabat, pero este 2023 jugó los cuartos de final en Indian Wells y el año pasado llegó hasta las semifinales de Roland Garros, donde cayó ante 3-6 y 1-6 ante Coco Gauff.

CASI ABANDONA EL TENIS POR PROBLEMAS ALIMENTICIOS

Guadalajara podría significar Trevisan ese título grande que aún falta en su carrera. Desde los juniors Martina mostró grandes cualidades y lucía como una de las grandes promesas, sin embargo, los problemas familiares la llevaron a tener graves problemas de salud e incluso abandonó su carrera.

Cuando tenia 15 años sus padres se separaron y su papá enfermó. Ella cargo con todas las responsabilidades del hogar y eso la hizo hundirse en severos problemas alimenticios.

Martina no estaba feliz con su cuerpo y convirtió todo en anorexia nerviosa, inconscientemente claro, eso desencadenó otros problemas y por supuesto el abandono del tenis.

“En la cabeza, como en una paradoja, tenía la impresión de que desapareciendo la gente podría interesarse realmente por mí”, contó en algún momento.

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Tras identificar el problema y asistir a terapia, Trevisan superó la enfermedad que la hundió y más tarde, en febrero de 2014, comunicó en su cuenta de Facebook que había decidido retomar su carrera.

“Estaba enojada con ella (su mamá) y no conocía otra arma para lastimarla que su amor por mí. Estaba luchando contra todo lo que representaba mi pasado como atleta, en el que todos habían puesto grandes esperanzas y ambiciones, olvidando a la persona que sufría detrás de ese atleta”, confesó la italiana en una entrevista el año pasado con El Tiempo.