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PARÍS 2024

30, noviembre 2022 - 16:03

┃ Luis García Olivo /ENVIADO

Argentina vencio por dos a cero a Polonia y obtuvo su pase a los octavos de final | AFP

Doha.- Argentina hizo lo suyo, no se preocupó por polacos o mexicanos, realizaron la tarea por y para su pueblo en el país sudamericano y todo el 974 que fue un mar de pamperos para derrotar con la mano en la cintura a Polonia bajo el yugo del 0-2 y con ello cumplieron con su primer objetivo que fue instalarse en los octavos de final, misión que terminarán por completar con llegar a la final de Qatar 2022 y levantar el título que tanto se les ha negado desde 1986.

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Mac Allister y Julián Álvarez le dieron forma al triunfo, victoria irrefutable contra una Polonia que nunca apareció en el encuentro y ni Robert Lewandoski dio la impresión de haber estado en el terreno de juego. Celebra Argentina, festeja Buenos Aires con el liderato del grupo y su pase a octavos en donde ahí enfrentarán a Australia, un rival ‘sencillito’ como ellos le llaman, por lo que Lionel Messi y toda La Albiceleste se puede ilusionar con que Qatar sea su Mundial.

Argentina rosó la perfección durante los primeros 45 minutos, pero solamente le faltó el gol en la cancha del estadio 974 para enmarcar uno de sus mejores tiempos en Qatar 2022, pues desde el minuto uno acorralaron al rival, no le prestaron la pelota y prácticamente todo este tiempo se jugó en el área polaca. La Albiceleste estaba en plan grande y jugando por nota.

Scaloni sabía que no había mañana y debían amarrar su pase, por ello bibujó un 4-3-3 que lo hacía temible y con rica propuesta ofensiva, mientras que Polonia jugaba al contragolpe, su único jugador en punta era Roberto Lewandowski que estaba a la espera de un envío o un error en la zaga albiceleste. Toda Polonia estaba en área cerrando los espacios y hasta con una doble marca sobre Messi.

No obstante, la figura del PSG no era el único que llevaba peligro en sus pies, sino también Di María, Marcos Acuña, Enzo Fernández y Julián Álvarez. Concierto de llegadas se contabilizaron en ellos y por lógica Messi era el más desequilibrante, se abría entre los huecos, encontraba veredas y perfilaba con su derecha, pero los tiros pasaron desviados.

El portero Szczesny tenía mucha labor, desviaba y atajaba, su defensa quedaba a deber, por ello también se ponía la capa de héroe en par de ocasiones. La primera cuando desvió una pelota de Di Maria que salió desde uno de los corners y en la otra, la más importante manifiesta de los sudamericanos, atajó el penalti de Lionel Messi, en donde todos esperaban el gol de La Pulga para festejar en el inmueble de los contenedores.

Argentina fue un torbellino y así inició la segunda parte, sin bajarle una rayita a su nivel y con la premisa de anotar sin fijarse en lo que ocurría en el estadio Lusail entre mexicanos y árabes. Así que en la primera que tuvieron en el complemento la canjearon por gol en los pies de Alexis Mac Allister en gran pase por derecha para solamente empujar y ahora sí poner a celebrar al estadio 974, una sucursal más del Monumental de Núñez en Buenos Aires. 

Todo le salía a la Argentina, la pelota ni la prestaba y Polonia estaba completamente sedada, sin estímulo de respuesta, sin idea de cómo avanzar e intentar dañar el arco de Damián Martínez. Se concentraron más en cómo detener el vendaval pampero que atacar. El esquema del 4-5-1 lo extendieron gran parte del duelo, pero ni Argentina así le bajaba a sus revoluciones. 

Así que al minuto 67 extendieron su ventaja con golazo de Julián Álvarez, el jugador se tuvo fe y le pegó de una gran manera para mover las redes de forma magistral, su obra de arte era el éxtasis argentino y la admiración al mismo tiempo. 

Si el gol de Mac Allister fue una liberación de presión para Scaloni y compañía, el segundo lo disfrutaron de gran manera, por lo que la banca salió a festejar el gol que les daba el pase a la siguiente fase del torneo. 

Más suelto y con la entrada de piezas frescas como en el caso de Lautaro Martínez, Thiago Almada, Germán Pezzella y Leandro Paredes, Argentina amarró el partido y el resultado en el mediocampo. La mitad de cancha fue su constante, pus tampoco aceleraron en la recta final y menos en el tiempo agregado, los sustos habían quedado en el pasado y se dedicaron a pelotear y disfrutar del juego, pues de Polonia absolutamente nada, ninguna aproximación de peligro tuvieron y el meta argentino tuvo una noche muy tranquila. 

Los canticos argentinos reinaron  en todo su esplendor, el estadio 974 se le entregó a la Albiceleste que nuevamente coreó a los suyos, el romance entre afición y equipo crece y crece como lo fue en Brasil 2014, pero ahora su franco objetivo es tratar de llegar a la final y obtener el título que se les niega desde 1986. Argentina cumplió, se hizo del liderato del pelotón y junto a Polonia avanzan a la  siguiente fase pese a la tristeza mexicana y uno de sus peores fracasos. 

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