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Las reglas y los reglazos
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Eduardo Brizio

11, junio 2024 - 6:00

Tu tiempo se acabó

Me parecen lamentables los acontecimientos que culminaron con la no contratación de Robert Dante Siboldi como timonel de los Tigres. Por dónde usted lo quiera ver, solamente hay un perdedor y ese es el futbol mexicano.

Da la impresión de que la prensa “tiró la piedra y escondió la mano” al “denunciar” supuestas conductas reprobables del cuerpo técnico del estratega uruguayo. La difamación “cuando no tizna; mancha”.

Dada la gravedad del asunto, que implica la solvencia moral de los involucrados, no se le puede, ni se le debe dar “carpetazo” así no más, como si nada hubiera ocurrido.
El Club Tigres tenía la obligación de publicar una aclaración, lo mismo que Rayados, quienes “supuestamente” también “tuvieron vela en el entierro”, desmintiendo categóricamente (o en su caso aceptado) el “problema”.

Las autoridades (in) competentes de la Liga Mx, de la misma manera deberían de haber exigido una explicación y haber mantenido un firme posicionamiento al respecto exigiendo que se establecieran responsabilidades.

Ya no digamos el propio Siboldi, quien, si bien es cierto que se “deslindó” en redes sociales de las “acusaciones”, no lo hizo, para mi gusto, con la vehemencia y la indignación que el caso ameritaba.
Del proceder de algunos “periodistas”, ya ni hablamos. Mal, muy mal todos los involucrados. Tal parece que la gran familia del balompié mexicano está decidida a “matar a la gallina de los huevos de oro” y desacreditar a nuestro querido deporte a toda costa.

En lo personal, tengo en buen concepto a Robert Dante, con quien incluso tuve el gusto de compartir la cancha y siempre su conducta fue tanto profesional como educada.
Sin embargo, creo que Siboldi debe de reflexionar sobre la manera en que se relaciona con los equipos que dirige, porque no es la primera vez que sale de una institución en medio de rumores, dimes y diretes.

Cuando salió de Santos la directiva publicó que “había roto de manera irreparable los códigos de ética”. De Veracruz partió porque “no tuvo respuesta de los jugadores y prefirió dar un paso de costado”.

De Cruz Azul, renunció luego de que Pumas le sacara un 4 a cero en el juego de vuelta y el presidente del club, Víctor Velázquez, lo cuestionara, a lo que respondió: “No puedo permitir que se dude la honorabilidad y los valores míos, de mi cuerpo técnico y de mis jugadores”.

En la vida pasa como con las piñatas en las fiestas infantiles: “Ya le diste una, ya le diste dos, ya le diste tres y … tu tiempo se acabó”.