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Gachupineando
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Carlos Ruiz Villasuso

28, abril 2020 - 2:00

Gachupineando

La pata palante

Hay algo en común entre España y México. Usted, lector, dirá que muchas. No crean que tantas visto desde Madrid. Desde hace ya muchos años mi país juega al sueño de Europa, una especie de entelequia que se pondrá de acuerdo antes en cómo jugar la Champions o la Europa League que en cómo resolver la peste económica que seguirá a la sanitaria. Jugando a ese juego de soñar ser parte del Norte, en España nos hemos olvidado que somos del Sur. Y que esta peste y esta crisis hará aun más trinchera y desigualdad entre el Note y el Sur. Alemania será más Alemania tras la pandemia y España será más España. Quien piense que habrá más Europa y que no se llegará a más desigualdad, o es un incauto o es un pendejo.

 

Tenemos en común una novedad, que es una peste. Asunto en el que España va por delante, ustedes están comenzado y puede que les sirva de guía lo que en mi tierra hemos padecido. Luego de decir que se cuiden al máximo, que no admitan retroceso de libertades que quizá jamás nos las regresen, a las gentes de la Tauromaquia les diré que a los dos lados del charco, hay que tener muy en cuenta las zonas, estados, ciudades, en donde la proliferación del Covid19 sea mayor o menor. Y va a coincidir que en los lugares de menos tránsito de gentes (nacionales e internacionales) y menos densidad de población haya, habrá menos contagios y menos muertes.

 

Y que en estos lugares comenzará primero la apertura y la movilidad hacia una normalidad. No es razonable pensar que en una ciudad  cualquiera la movilidad llegará al mismo tiempo que en en CDMX. En este sentido, animo a las gentes del toro que comiencen a pensar en dos cosas. Una, que las  zonas rurales de menos densidad de población, la movilidad social llegará antes y que sería bueno comenzar a echar un ojo a las plazas de ciudades pequeñas, pueblos y hasta, no se me agüiten, lienzos charros. Lo que viene es muy duro y hay que ir pensando que esos lugares más modestos para dar toros. Reinventarse es una obligación, además de una necesidad. Nada será como antes durante un tiempo y el tiempo nos puede achicar, pero no matar.

 

Las grandes plazas, los lugares de reunión de tantas gentes, habrán de adecuar sus aforos a las distancias de seguridad durante un tiempo. Por esta razón pon las empresas han de prever presupuestos de festejos con estos parámetros de reducción de aforo. Y cuanto antes lo hagan y lo tengan previsto, mejor idea se harán de cómo va a ser el 2021 y de que costes, medidas y gastos a repercutir tendrán que afrontar. En el toreo ha habido siempre poca inercia. Esperamos a que los problemas llamen a la puesta. Pero esta vez es necesario echar la pata palante e ir en su búsqueda. Una cosa es quedarse en casa y otra que la mente esté también confinada. Usemos la cabeza. Cuídense mucho.