Mariana Avitia soñó con ser una de las mejores arqueras del mundo y lo logró. Anheló subir a un podio olímpico y obtuvo una medalla de bronce en Londres 2012. Se propuso en convertirse en una empresaria y actualmente cuenta con un negocio propio. Deseó con ser madre y hoy tiene al pequeño Mateo en sus brazos.

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La arquera mexicana ha hecho realidad parte de sus deseos. Pero aún tiene más por cumplir, y uno de ellos es volver a participar en unos Juegos Olímpicos. Que su hijo la vea como un ejemplo a seguir.

Mariana es de las pocas atletas que, después de ser madre, regresó al alto rendimiento, cosa que no es nada sencilla. Ha tenido que redoblar esfuerzos. Desde antes de que el sol aparezca, ya inició con sus actividades, es la única forma en que puede cumplir con todas las tareas porque no quiere descuidar ni a su familia, tampoco el trabajo ni a sus actividades deportivas.

“Es difícil combinar la maternidad con el deporte. Es un reto muy grande para mí, pero lo importante es tener bien estructurados los tiempos para combinar todas las actividades.

“Me levanto a las 5:40 de la mañana, preparo cosas de mi casa, afortunadamente tengo quién me ayude a cuidar a mi bebé, ya sea que lo deje con mis papás o con mis suegros, después voy a mi negocio y luego al entrenamiento. Es fundamental el apoyo de mi familia y de mi esposo, soy afortunada de tenerlos”.

“Ha sido una etapa de acoplamiento, de adaptación y, conforme va pasando el tiempo, me acostumbré a todo esto y ya sé cómo manejarlo. Cuando mi hijo estaba recién nacido me costaba mucho dejarlo, me partía el corazón, pero he sabido estar un poquito alejada de él y eso ayuda a que pueda hacer mis cosas”, comentó para ESTO.

Mariana Avitia se quedó sin París, pero buscará llegar a Los Ángeles

Mariana no pudo cumplir con todo el ciclo olímpico para París porque no podía descuidar a su familia “fue difícil, de hecho, tuve que darme de baja por situaciones personales y porque no estaba en mi máximo como arquera. Fue la mejor decisión porque mi bebé requería un poco más de tiempo de estar con su mamá”.

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“Fue una oportunidad que dejé ir, pero estoy segura que pueden venir otras más y por eso me estoy preparando para cumplir esas metas que tengo, la verdad es que sí ha sido bonito para mi ser mamá y no lo cambiaría por nada, Mateo cambió todo para bien y ha sido la felicidad de la casa.

“Mi bebé es mi motivación, todo lo que hago es por él y para él. Mi sueño es que mi hijo me vea competir en unos Juegos Olímpicos, me vea ganar una medalla olímpica, espero que ese anhelado se cumpla, quiero ser un ejemplo para él, de que se pueden lograr grandes cosas, que se motive viéndome a mí y a mi esposo, que vea que sus papás son exitosos y que quieren grandes cosas para él”, sentenció.