El campeón sigue vivo. La selección de Estados Unidos sufrió, rozó la catástrofe contra un férreo conjunto de Jamaica, pero empató en el último suspiro del tiempo regular para forzar al alargue y ahí con un rival desmoronado terminó por imponerse 3-1 para acceder a la final de la Nations League de la Concacaf.

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El monarca concacafquiano no fue el equipo avasallador que se preveía. Sus planes cambiaron de inmediato. Ante un desolado AT&T Stadium, todavía no se terminaban de acomodar algunos aficionados y en menos de un minuto, con un gol de esos llamados de vestidor los Reggae Boyz se adelantaron en el marcador.

Una asistencia de De Cordova-Reid permitió a Gregory Leigh mover las redes con remate de cabeza. Un resultado sorpresivo que complicó en demasía a los estadounidenses. Los dirigidos por Berhalter se apoderaron del esférico, adelantaron líneas, sin embargo, carecieron de ideas a la ofensiva y cuando por fin tenían más claro el panorama siempre apareció el portero Blake.

Jamaica saboreaba el triunfo histórico, los pronósticos se rompían, no obstante, en un tiro de esquina precedido de un fuera de juego de Peppi, Burke anotó en propia puerta al 90+6 para decretar la igualada que obligó a los tiempos extras.

JAMAICA AGUANTÓ PERO EL EMPUJE DE ESTADOS UNIDOS LOS DOBLEGÓ

El dramático empate reavivó al cuadro de las Barras y las Estrellas mientras que los caribeños se desinflaron. En el alargue ya con más tranquilidad Estados Unidos liquidó el compromiso con un doblete de Wright (96′ y 109′).

Un triunfo que dejó muchas dudas, los norteamericanos tendrán que mejorar de manera notable en pocos días pues no se podrá ganar siempre con la camiseta. Ahora los vigentes campeones siguen adelante a la espera de enfrentar a México o Panamá con la finalidad de revalidar el título de la Liga de Naciones de la Concacaf.

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