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28, febrero 2021 - 8:00

┃ Yael Rueda

Katrin-Stutz

Fotos: Oswaldo Figueroa

Cuando la pasión y el amor llaman, lo único que resta es aventurarse para cumplir los sueños, así de claro lo tiene Katrin Stutz, quien hace poco más de un mes decidió alejarse de Suiza, su país natal, de sus amigos y familia para cumplir su más grande anhelo: convertirse en luchadora profesional.

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“Desde niña conocía de la lucha libre, pero no la seguía mucho. Me enamoré y comencé a seguir la lucha libre ya como fanática hace unos cinco años, leí de Cesaro en la WWE que es un suizo también. Iba a Alemania para ver shows, fui a dos Wrestlemanias, pero en Suiza no había forma de practicarlo, así que me mudé a Zurich, que es la ciudad más grande, tiene 300 mil habitantes, es muy chiquita en comparación con México. Ahí sí pude entrenar un poco, y aquí estoy, vine a México para perseguir mi sueño de hacerme luchadora”, expresó emocionada en charla con ESTO.

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La decisión de tomar las maletas y aventurarse llegó en plena pandemia, luego de unas pequeñas vacaciones en las playas mexicanas, decidió que regresaría para entrenar la mejor lucha libre del mundo.

“Cuando empecé me lesioné de la rodilla, estuve fuera 9 meses. Fue justo en marzo del año pasado cuando ya podía regresar, pero no se pudo. Algunos meses se pudo, otros no, entonces fui a Alemania para entrenar, pero siento que como cualquier deporte necesitas muchas repeticiones y hacerlo seguido. Tengo una buena amiga aquí en México y la visité en noviembre, la verdad para ir a la playa, me sobraban un par de días y fui a entrenar lucha con el profesor Skayde, me encantó mucho, y la verdad todo el pueblo de México y la fanaticada me dio una buena bienvenida, me sentí muy a gusto en el país”, compartió.

“Cuando iba de regreso a Suiza le llamé a mis padres y les dije que iba a volver, empecé a investigar cómo podría hacerlo con el trabajo, pero me di cuenta que sería hacer dos cosas no de verdad, estaba bien, pero no las podía hacer a todo cañón, decidí tomar mis ahorros y venirme aquí tres meses, es lo que tenía planeado, pero siento que me voy a quedar mucho más tiempo para aprender más, porque me gusta mucho la lucha libre y México, quiero seguir adelante”, añadió.

Sobre sus objetivos, Katrin tiene muy claro que el primero es alcanzar el nivel suficiente para debutar ante los exigentes aficionados mexicanos y confesó que ya trabaja en su personaje, el único adelanto que quiso dar, es que no usará máscara.

“Mi gran objetivo es llegar a un nivel donde pueda luchar ante el público, estoy trabajando fuerte para mi debut y estoy pensando que muy probablemente sea aquí en México, estoy con ansias y con muchas ganas para llegar lo más pronto posible. Me lo he planteado porque siento que gran parte de la lucha libre es la máscara, pero me gustaría no usar máscara porque lo que me distingue es mi rostro, quiero destacar mi diferencia en el físico”, sentenció.

El momento de la decisión

Cuando Katrin tomó la decisión de abandonar su trabajo, primero habló con sus amigos para expresarles la aventura que estaba por vivir, por supuesto la apoyaron, pero lo realmente difícil sería enfrentarse a su jefe y a sus padres. Al final todo resultó cómo esperaba, aceptó Katrin Stutz.

“Ya tenía decidida la idea y le dije a mi jefe que le quería hablar. Le pregunté cuál era la posibilidad de que me dejara ir a entrenar tres meses a México sabiendo que seguro era una disolución de contrato. Lo hablamos bien, él es entrenador de futbol y ya habíamos hecho buena relación porque yo también jugué de defensa. Me dijo que me iba a apoyar y que el tiempo era ahora, me ayudó para salirme del contrato, me dejaron ir a finales de mes, unos días antes de navidad me hice un regalo y compré el vuelo para venir acá”, relató con los sentimientos a flor de piel.

Respecto a la charla con sus padres, la luchadora sabe que no quedaron muy contentos con la determinación, pero le permitieron perseguir su pasión para no quedarse con la duda de lo que hubiera pasado.

“A ellos les gustaría tener una hija con un ingreso estable, me dijeron que lo entienden, que necesito seguir esa pasión, el bichito que tengo y no estar más tarde preguntándome que hubiera sido. Hablamos cada semana, se preocupan mucho por mí, mi salud, mi bienestar”, cerró.

Momento de recordar

 

La historia de la primera práctica de lucha libre que Katrin tuvo en México es algo que la hace reír mucho, pero que en sus primeros días le dio mucha pena. La suiza se golpeó un dedo del pie y se lastimó, por fortuna no fue algo de gravedad.

“Es una historia graciosa ahora, en su momento no lo fue. Me choqué el dedo del pie y tenía mucho dolor en el primer entrenamiento, fui a casa, paré en un Oxxo y compré una bolsa grande de hielo. Entre sigilosamente a casa para que no me viera nadie, no quería decirles que me había lastimado en el primer entrenamiento. Curiosamente en ese momento me escribió mi coach alemán que también es luchador, le conté lo que pasaba y me mandó una foto de cuando se rompió el dedo gordo del pie. Se veía mucho peor que el mío, así que ya con eso supe que estaba bien, me calmé y pude dormir, pero tenía mucho miedo de que había dejado todo atrás para lastimarme en el primer entrenamiento”, contó entre risas.

Relató que el profesor Skayde no se creía que una chica apasionada de la lucha libre pudiera viajar desde tan lejos solamente para entrenar con él y poder cumplir su sueño de hacerse luchadora profesional.

“Creo que al principio casi no se lo creía, claro que hablamos antes de los horarios y eso, creo que hasta que mandé la confirmación del vuelo creo que no se lo creía que iba una chica desde tan lejos, desde Suiza enamorada de la lucha libre para entrenar, así es y aquí estoy, me gustan los entrenamientos, estoy mejorando mucho día a día”, comentó.

Sobre el recibimiento que le dieron los luchadores mexicanos que entrenan con Skayde, Katrin confesó que se siente muy a gusto, han conformado una familia.

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“Algunos ya los conocía de noviembre, todos me han dado una buena bienvenida, me ayudan y me apoyan mucho, con el maestro Skayde es como una gran familia, es algo bonito”, puntualizó.

KATRIN EN CORTO

SU VIDA

“Por el trabajo de mi papá nos mudábamos mucho, yo he vivido en Indonesia, en España, por eso hablo español, también en Zimbabue, pero la mayoría del tiempo en Suiza. En mi país trabajaba en mercadotecnia, en alimentos, para restaurantes o compañías que producían comida y me gustó mucho, pero lo que realmente me hace feliz es la lucha”

 

FAMILIA MEXICANA

“Tengo la fortuna de que me quedo en casa de mi amiga y de sus padres, que ahora son mis papás mexicanos, me cuidan muy bien y esa es una gran fortuna, también tengo amigos acá que me ayudan a no cometer los errores que una persona nueva en México cometería”

 

ÍDOLOS

“Me encanta Cesaro que es suizo, me gusta mucho Charlotte Flair porque es una gran atleta, habla bien en los promos, es muy acrobática, para ellas es el paquete completo”

 

COMIDA MEXICANA

“Cuando me toca comida de truco (libre) me han encantado los tacos al pastor, la carne de arrachera y algún otro dulce enchilado”

 

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