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Mira

12, septiembre 2016 - 22:06

┃ Miguel Angel García

nota-toros-llaguno

POR MIGUEL ÁNGEL GARCÍA

La Plaza México abrió sus puertas y la respuesta del público fue bastante positiva. Tanto en redes sociales, como por lo que se escuchó previo y después del festejo, los comentarios han sido de enhorabuena para la nueva empresa Tauro Plaza México.

Uno de los principales factores que se han destacado es la presencia del ganado. Si bien estos cuatro primeros festejos serán novilladas sin picadores, la empresa ha servido con la cuchara grande la presencia de los astados, cosa que no pasó inadvertida para el público que aplaudió la seriedad con que la empresa ha iniciado esta nueva era sin importar la modalidad. Esto, por supuesto, hace crecer la expectativa para los futuros encierros que se lidiarán, como son las novilladas con picadores y no se digan las corridas de toros. Sin lugar a dudas, algo que no puede dudar la empresa es en la presencia de los toros. La gente capitalina está bastante mellada por soportar en años anteriores encierros de precaria lámina, actualmente los focos rojos están encendidos y con un solo astado que no encaje en lo que busca el público, la bronca sería mayúscula. Sin embargo, Tauro Plaza México ya puso la medida y suponemos que de ahí para arriba será la tónica; pues en relación a lo que decíamos, constatamos con varios aficionados y coincidieron en que la presencia de los novillos estuvo muy por encima a lo que esperaban, pues lo que normalmente hubiera salido por toriles serían becerros.

Otro punto a destacar fue la contundente actuación de los toreros mexicanos, cosa que en verdad animó por completo al público, que ilusionó a todos por que en realidad hay toreros importantes. Ya no es como antes que llegaban los toreros extranjeros con su escuela y dejaban en ridículo a los mexicanos. Quedó claro que en la actualidad hay novilleros muy bien preparados, con escuela, pero con ese sello mexicanísimo como el de Juan Pedro Llaguno, o como el toreo personal de Miguel Aguilar. Y coinciden en el quehacer taurino de calidad, de temple y sentimiento. Siendo apenas novilleros con picadores, ¿qué se podrá esperar de ellos en el futuro? El domingo dejaron más que asentado que pintan para toreros importantes. Esta parte, la que pusieron los toreros en el ruedo, fue fundamental para que la tarde rayara en la emoción, en el desparramo de pasiones y en que nuevamente el público de la Plaza México saliera ilusionado del gran coso.

A muchos novilleros les pegó el nuevo formato, por que muchos se quedaron fuera. Sin embargo, pensamos que a la Plaza México deben llegar los novilleros más preparados, no con la intención de ver qué pueda pasar, sino con la firme idea de que van a triunfar. La empresa en turno tiene que saber concretamente qué toreros son los que puedan solventar la papeleta y tras hacer sus filtros dejar únicamente a coletas que den la talla como lo que Llaguno y Aguilar hicieron. En cierta forma el paso a la plaza capital se reduce para los novilleros, pero se deja ciertamente lo mejor, lo de mayor calidad que pueda brindar un espectáculo a la altura de la gran plaza. Suponemos que han terminado los tiempos en que el desfile de novilleros era masivo y donde algunos llegaban con pobres argumentos para obtener pobres resultados. La Plaza México es para que el público pueda valorar a lo mejor de lo mejor, no para desilusionarse con toreros que estén verdes. Y no es malo, ya que esto puede obligar a la provincia a ofrecer más festejos menores para dar mayor continuidad a los novilleros y que puedan llegar seguros de triunfar al coso capitalino.

A pesar de la lluvia, el público no salió de la plaza. La mayoría se refugió en los palcos. Y aunque para el primero novillo faltaba entusiasmo por entrar, me atrevo a decir que la entrada bien pudo ser de un cuarto de aforo. Nada mal para el comienzo. Y como remate final de la tarde, los astados de Los García fueron pieza clave para que los toreros hicieran el toreo hermoso. Hay que destacar y aplaudir de pie el encierro, que aunque todos crudos por falta de picar, jamás tendieron al peligro y muchos menos pusieron en grandes apuros a los toreros. Esperamos que la primera novillada ha sido sea el augurio de toda esta gestión.