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Mi perspectiva.José Luis Camarillo
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José Luis Camarillo

4, agosto 2022 - 22:00

Mi perspectiva

Hace tiempo que añoramos otro campeón universal de peso welter.

México tuvo al mismo tiempo a los dos únicos monarcas de esa división: Pipino Cuevas (WBA) y Carlos Palomino (WBC). Mucho se habló de un eventual choque entre ellos, pero no hubo el dinero suficiente.

Eran tiempos en que nuestra nación contaba también simultáneamente con los dos monarcas universales de peso gallo: Carlos Zárate y Alfonso Zamora, cuando el Consejo Mundial y la Asociación Mundial de Boxeo eran los dos únicos organismos existentes.

Nuestro gran campeón Julio César Chávez González se quedó cerca de coronarse en los 66.700 kilogramos al negociar un empate con el zurdo Pernell Whitaker, un maestro de la defensiva que fue tetracampeón del orbe. A esa cita, el César del boxeo subió con una fisura en el pulgar de la mano derecha, por lo cual tuvieron que infiltrarlo.

Más recientemente, Antonio Margarito fue campeón entre los welters del mundo, por la WBO, la IBF y la WBA; sin embargo, sus logros son empañados por la presunción de haber usado vendaje manipulado contra Miguel Cotto en su primera batalla y de querer volver hacerlo contra Shane Mosley.

La historia de Pipino Cuevas no ha sido valorada como merece. El solo hecho de que haya reinado durante cuatro años consecutivos -entre julio de 1976 y agosto de 1980- por la WBA, con defensas en Japón en Puerto Rico y Estados Unidos -la mayoría en el país del dólar- debe ser motivo de admiración y de ejemplo para que nuestros jóvenes pugilistas aprendan que todo es posible.

En cualquier época, estar un cuatrienio completo en un trono del mundo y sobre todo cuando eran sólo dos entidades las que avalaban los campeonatos, es un acontecimiento que debe ocupar una página especial del libro de oro del boxeo.

Kid Azteca, cuyo nombre real era Luis Villanueva, reinó por 17 años como soberano nacional welter, lo que indica que esa categoría es amigable con nuestra raza. Por supuesto, está “Mantequilla” Nápoles, nacido en Cuba y naturalizado mexicano.

Por ello, no perdamos de vista a Vergil Ortiz (18-0, puros nocauts), texano de extracción mexicana que se enorgullece de nuestros colores y milita en esa división. Vergil peleará este sábado contra el británico Michael McKinson (22-0, 2 KOs).