LA LUCHA DE LOS GUERREROS

Mientras los Guerreros ganaron el martes su primer juego de la serie contra Pericos de Puebla en Oaxaca el partido de Ciudad del Carmen en Campeche fue suspendido por lluvia y uno se pregunta qué pasará si uno o los tres juegos de la serie en la ciudad amurallada no se pueden jugar de continuar lloviendo.

La Liga Mexicana no reprograma los partidos suspendidos por lluvia cuando ya se juega el último de la serie y por lo tanto Carmen como Campeche, los dos del mismo estado, podrían pasar a los playoffs sin tener que jugar la serie final.

Esto sería realmente terrible para la liga y nos tendríamos que remontar al final de la temporada de 1943 cuando Sultanes de Monterrey ganó el campeonato por medio juego sobre Unión Laguna cuando en el último día de la campaña se canceló por lluvia un doble juego de Torreón en Puebla.

Laguna hubiera ganado la corona de ganar ese doble partido que ya no se jugó y el equipo de la comarca lagunera se molestó tanto que no volvió al año siguiente. Eso de dejar a la lluvia para que decida un campeonato es lamentable por no decirlo con peores palabras y creo que la Liga Mexicana debería tomar cartas en el asunto y obligar a que, por lo menos, la última serie de la campaña se juegue completa aunque se tengan que retrasar algunos playoffs.

Sin embargo vivimos en un mundo en que se vive tan aprisa que se cambia el sentido común en aras de la velocidad. Hay veces que los noticieros dan tan rápido la información que uno se queda sin entender lo que dijeron. En Ligas Mayores no hay campeones de lluvia ya que todos los juegos suspendidos por el agua tienen que ser reprogramados si tienen importancia para llegar a los playoffs.

En Liga Mexicana se abandonó esa idea por los altos costos que representa hacer un viaje para un solo partido, pero se podría poner una excepción a la regla para que la última serie de la temporada sea jugada completa si es que tiene importancia para la manera que van a quedar los standings. Ya pasó una vez y fue un golpe terrible, con el gran Martín Dihigo, que era manager de Torreón, diciendo en sus memorias que les robaron el campeonato. Podrían poner un asterisco en ese título obtenido por los Sultanes en 1943.

Vivimos en un mundo de tanta velocidad que otra vez han dejado un solo día para el o los juegos de comodín y con ello no hay tiempo ni de hacer propaganda al partido tan importante y los jugadores que viajan tienen que llegar a la otra plaza cerca de la hora del pleybol. El mundo merece menos prisa.