Al fin. Lionel Messi tuvo, probablemente, su último baile en una Copa del Mundo y también es el más grandioso de su carrera. El trofeo más importante del futbol le hizo justicia a él y Argentina y hoy puede presumir que está a la par de Diego Armando Maradona.

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El momento simplemente fue épico, el 10 levantó la Copa e hizo celebrar a toda una nación. Lionel Messi se convirtió en el hombre fuerte de Argentina, no solamente en lo futbolístico, sino también en el plano mental. Decirle ‘Pecho Frío’ llegó a su final en esta Copa del Mundo.

Al inicio del partido, todos lo abrazaron, le demostraron su confianza y cariño. Mimar al más grande de la historia fue una forma de motivarlo en el partido más importante de su carrera.

Tuvo la responsabilidad de cobrar el penalti que puso arriba a Argentina y posteriormente participó en el golazo con el que Di María amplió la ventaja.

Cuando la albiceleste se mostraba más confiada, Francia se fue al frente y sacó el empate, obligando a los tiempos extras. Ahí también apareció Lionel para hacer el segundo de la noche y de paso darle la ventaja nuevamente a su país. El ‘Enano’ se hizo gigante en el momento en el que más lo necesitaban.

A pesar de todo, fue necesario llegar hasta los penaltis, donde Lionel Messi volvió a anotar y comenzó a encaminar a los suyos hacia el campeonato del mundo.

Para lograr llegar al momento más importante de su carrera fue necesario que Lionel Messi la pasara muy mal. Incluso llegó a pensar en decirle adiós a la Selección. Uno de los momentos muy recordados es: “No se me da”.

Después de mucho sufrir, el momento de la consagración llegó para Messi. El niño de Rosario que no podía crecer se convirtió en el más grande de la historia. El futbol le dio su revancha, se puso a mano. Ya no se deben nada.

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