Tres mexicanos campeones mundiales: Salvador Sánchez, Ricardo Arredondo y Gilberto Román, dejaron este mundo en tragedias automovilísticas, los dos primeros al estrellarse cuando iban al volante, en tanto que el apodado “Gran Chaparral” también falleció en carretera, pero era uno de sus amigos el conductor.

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A ellos se suman los argentinos Carlos Monzón y Víctor Galíndez, el japonés Masao Ohba y el cubano campeón olímpico Roberto Baladó (en su carro, en su país natal).

Sal Sánchez manejaba su Porsche en la carretera federal México-Querétaro en la madrugada del 12 de agosto de 1982 y se estrelló de frente contra un vehículo pesado al regresar de la capital queretana a su concentración en San José Iturbide, Guanajuato. En este lugar realizaba sus prácticas hacia una nueva defensa del título universal pluma del WBC, contra el colombiano Mario Miranda, programada para el 15 de septiembre de 1982.

Desde su último adiós, se le ofrece un homenaje anual por parte de los pobladores de su natal Santiago Tianguistenco, Estado de México. Chava, como le decían, contaba con 23 años de edad y queda para la incógnita cuántas hazañas más pudo haber realizado.

Después de la pérdida de Salvador, se escuchaba la pregunta de ¿Cómo su equipo no estaba totalmente al pendiente de una joya boxística como él?.

DE CUAJIMALPA

Lupe Pintor el mismo que arrebató el título mundial gallo del WBC a Carlos Zárate el 3 de junio de 1979 en Las Vegas, logró proseguir su trayectoria en los rings pese al fuerte percance de motocicleta experimentado en 1982, que le dejó al púgil de Cuajimalpa la boca desviada para siempre debido a una fractura tremenda, pero sus facultades quedaron intactas.

Así se comprobó al continuar Lupe su carrera y añadir a su cintura el cinto universal supergallo del WBC mediante un clamoroso triunfo por decisión unánime sobre Juan “Kid” Meza, quien subió como amplio favorito, el 18 de agosto de 1985.

En este mismo compendio, presentamos por separado los casos de otros campeones que han perecido a causa del vértigo.

Arredondo tomó decisión equivocada

Ricardo Arredondo Garibay, nativo de Apatzingán, Michoacán, fue titular mundial superpluma del WBC entre 1971 y 1973. La muerte lo sorprendió cuando ya estaba retirado de la profesión.

Junto con René, de los mismos apellidos, Ricardo integró la primera pareja de hermanos mexicanos monarcas del mundo, Según reportes de la corresponsalía en Michoacán en aquellos días, Ricardo había tenido una fuerte discusión al chocar su carro con el de otra persona. Repentinamente, Ricardo trató de alejarse del lugar en su auto y, debido a la alta velocidad, sufrió un impacto mortal contra un pesado objeto, muy cerca del río Chiquito, en Michoacán.

Fue Ricardo el primer soberano mundial superpluma de nuestro país y René sería campeón superligero del WBC. Ambos tuvieron como mánager a Ernesto Gallardo, quien, por cierto, fue el primer entrenador que tuvo en su vida Alfonso Zamora, el subcampeón olímpico y a la postre monarca mundial gallo de la WBA.

Los Arredondo fueron tres hermanos dedicados al pugilismo. El tercero, Roberto, de edad intermedia entre los ya mencionados, hizo buena parte de su carrera en Japón, bajo el apodo “Chiba”, tomado del apellido de su promotor, aunque sin obtener ninguna corona del mundo, y también fue dirigido por Ernesto Gallardo.

Román, en la vía México-Acapulco

Un gran campeón mundial de peso supermosca del WBC fue el mexicalense Gilberto Román, competidor en los Juegos Olímpicos de Moscú 80 y dueño de una técnica excelente.

Román perdió la existencia en la carretera México-Acapulco, cuando iba en su carro, en compañía de sus amigos, en plan de diversión. Su problema con las adicciones se remontaba a los días en que entrenaba en el CDOM. En una ocasión, el WBC lo suspendió por dar positivo a mariguana, cuando era rey de las 115 libras.

En honor a la trayectoria de Gilberto, habrá que puntualizar que el talentoso estratega tapatío Eddy Reynoso lo señala como una de sus inspiraciones para aumentar sus conocimientos y así forjar a monarcas del orbe, como Óscar “Chololo” Larios y Saúl “Canelo” Álvarez, entre otros, y conquistar distintos lauros como coach. El más reciente, es el Premio Nacional del Deporte, como entrenador.

Monzón y Galíndez, otras víctimas

Carlos Monzón, el “Macho de Santa Fe”, perdió la existencia al volante de un auto. Fue uno de los púgiles más grandes que Argentina ha dado y ostentó por mucho tiempo la marca de defensas victoriosas consecutivas como soberano mundial de peso medio (WBC y WBA, cuando sólo existían esos dos organismos), con 14.

Su compatriota Víctor “La Bestia” Galíndez, jerarca mundial semicompleto de la WBA, igualmente tenía el volante como pasión. Ya había colgado los guantes y pereció cuando, siendo un piloto de carreras sin experiencia, resultó arrollado tras averiarse su respectivo bólido, y bajarse a caminar por el acotamiento, en sentido contrario a la circulación, el 25 de octubre de 1980.

“Galíndez fue el 45º acompañante que falleció durante una competencia o una sesión de prueba de Turismo Carretera”, resumió clarin.com, al narrar los tristes acontecimientos desde Argentina.

El caso de Monzón es un tanto irónico, al hallarse en una etapa en que ya recibía autorización para salidas breves de la prisión a que fue llevado por el supuesto asesinato de Alicia Muñiz, su pareja, un hecho ocurrido en la madrugada del 14 de febrero de 1988. Muñiz fue lanzada desde el balcón de una casa de la ciudad balnearia de Mar del Plata.

Al expirar, Monzón conducía un automóvil de regreso a la cárcel, cuando ya le faltaba poco para recobrar su libertad definitiva.

Paúl Williams iba contra “Canelo”

El estadounidense Paul “Punisher” Williams se rompió la médula espinal en un accidente de motocicleta en un suburbio de Atlanta, EU. Aunque conservó la vida, quedó confinado a una silla de ruedas. El accidente sucedió la noche del domingo 27 de mayo de 2012, tras estar en la despedida de soltero de su hermano, cuya boda se celebraría al día siguiente.

Williams iba a combatir el 15 de septiembre de aquel mismo año en Las Vegas contra Saúl “Canelo” Álvarez, a la sazón monarca superwelter del WBC, y fue sustituido por Josesito López.

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“Avanzaba en su moto a más de 110 kilómetros por hora. En cierto momento trató de librar un automóvil y al caer de espaldas se partió la médula espinal”, informó su mánager, George Peterson.

Williams, de guardia zurda y muy popular por su letal pegada, fue campeón mundial welter de la WBO y también poseyó la faja interina superwelter de la misma entidad. Vivía los mejores momentos de su carrera, ya repuesto de la ocasión en que disputó sin éxito el cetro mundial mediano del WBC a Sergio “Maravilla” Martínez, al que le daba revancha, y cayó noqueado en dos rounds, el 20 de noviembre de 2010, en uno de los desenlaces más espectaculares que se recuerden.

El nipón Masao Ohba tenía 23 años

El japonés Masao Ohba murió siendo campeón mundial mosca de la WBA el 25 de enero de 1973, en la autopista de Tokio. Al manejar su Corvette, Ohba, de 23 años, se lanzó al carril opuesto en una curva y se encontró de frente con un camión grande.

Masao Ohba, ungido post mortem como miembro del Salón de la Fama del Boxeo Internacional, en Canastota, pereció en el acto, según confirmó Hisao Adachi a ESTO.

Ohba apodado como el “Campeón Eterno” del pugilismo del Imperio del Sol Naciente. En 1970, en Tokio, se coronó campeon mundial mosca de la AMB con un KOT en el round 13 sobre el tailandes Berkrek Chartvanchai. Retuvo su correa cinco veces, siempre en la capital nipona, contra el venezolano Betulio González, por puntos; el filipino Fernando Cabanela, por decisión; el japonés Susumu Hanagata, por decisión; el panameño Orlando Amores, por KOT en el quinto round, y el tailandés Chartchai Chionoi, por KO en 12. Contra Chionoi peleó 23 días a antes de dejar este mundo.

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