16, diciembre 2022 - 9:00
El tradicional juego mexicano de Lotería llegó a Qatar gracias al ESTO. FOTO: Erik Estrella | ESTO / ENVIADO
Doha.- ¡La estrella! ¡El sol! ¡La calavera! ¡La sandía! ¡El negrito! ¡El barril! ¡La dama! ¡La campana!… ¡Lotería!…
Así se gritó y escuchó por los incontables laberintos del mercado Souq Waqif, en donde el mundo árabe conoció y se divirtió con la tradicional Lotería Mexicana, aquel popular juego de cartas y tarjeteros que ha hecho felices a miles de personas en nuestro país.
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No importa la edad o el género, todos o casi todos en nuestro querido México hemos jugado alguna vez la Lotería con familiares y amigos; risas, velocidad, concentración y competencia hacen del juego un momento especial, algo único, algo muy nuestro, muy mexicano.
Así que no importan los kilómetros, la lengua y menos las razas para que los qataríes, árabes, latinos, europeos y asiáticos le entraran al folclor mexicano, le entraran a la Lotería sin temor a equivocarse y sí para ganarle a sus oponentes.
Tres minutos de explicación fueron suficientes y de inmediato comprendieron el popular juego, algunos lo asemejan con el Bingo, pero se les explicó que lo nuestro, lo hecho en México, tenía un mejor sabor, un mejor sentido. Tarjeteros listos, dulces (fichas) en mano para colocarlos sobre la imagen y a comenzar…
Un grupo de chicas árabes de Emiratos Árabes Unidos dejaron a un lado su desayuno y costumbres para jugar por espacio de casi cinco minutos; atentas y entretenidas inmediatamente pusieron sus dulces en la imagen que se escuchaba al pronunciar cada carta, las risas eran de no creerse, la diversión se oyó a metros a la redonda en uno de los varios restaurantes de las partes aledañas al popular mercado qatarí.
La velocidad se intensificó, las emociones fueron al límite al ver que cada tarjetero se completaba y algunos gritos de emoción salieron en cada una de ellas. Las últimas tarjetas llegaron y con ello se escuchó el canto de ¡Lotería! con un español marcado, pese a que el árabe las delató. El momento y las risas marcaron esos cinco minutos que nos recordaron lo lejos que está México, pero lo fabuloso que es nuestro país al siempre dar color a donde sus costumbres y tradiciones vayan. Sus Hijab y Al – Amira, velos, no fueron impedimento para apreciar sus cartas, tarjeteros y menos sus rostros, la imagen quedó fotografiada.
Entre olores de especias, bullicio de aficionados, conversaciones en inglés, árabe, francés, español y hasta en japonés fueron el eco entre el canto de cada carta. Los nuestros no pudieron faltar y pusieron el ejemplo de cómo jugar en otro de los restaurantes, con más velocidad completaron sus tarjeteros y un diluvio de miradas se captó alrededor de la mesa.
A unos metros, madres con sus retoños también entraron a la diversión, los niños lucieron muy felices y de manera sencilla comprendieron, casi al instante, cómo se jugaba. Eso sí, las madres los orientaron del todo entre la figura y el canto de cada carta. Las mamás pusieron atención a todo y hasta recomendaron no usar el tarjetero en donde se encontraba la figura de la sirena, misma que aparecía con su cola de pescado y desnuda de la cintura para arriba, por lo que sigilosamente recomendaron no usar ese tarjetero por precaución a los niños. Algo raro, pero respetable para el momento y las circunstancias. No pasó a mayores y se convivió como si nada.
Las risas fueron muchas y la emoción se convirtió en una auténtica competencia. Una madre fue la ganadora y gritaba… “¡Lotería!” ante la miradas de muchos qataríes que querían participar en la dinámica.
Los niños no se acongojaron por perder, al contrario, se pusieron felices por jugar y participar, y por ello se ganaron par de yoyos y baleros que se usaron en otras dinámicas mexicanas durante esta Copa del Mundo como parte del intercambio cultural de nuestro país con estas tierras qataríes.
Más adelante, argentinos y árabes también jugaron, no tuvieron temor a equivocarse y menos a los casi 30 grados centígrados que calaron en cada uno de los pasillos del mercado Souq Waqif, el epicentro cultural en esta Copa del Mundo.
Los argentinos inmediatamente asociaron el juego al que protagonizaba el Chavo del 8 en la tradicional serie que fue un éxito en Sudamérica, por lo que fue más fácil su entendimiento, pese a que aún eran jóvenes y no les tocó esa fiebre televisiva.
Más árabes le entendieron y no tuvieron complejos para jugar, el chiste era divertirse y conocer un poco de nuestra cultura, la diversión y legado mexicano en otros países y regiones en el mundo y qué mejor que brillar en plena Copa del Mundo, en pleno Souq Waqif, en donde la Lotería Mexicana cimbró cada uno de los pasillos del popular mercado qatarí.
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