Ar-Rayyan.- Países Bajos no se despeinó y sin llegar a meter el turbo convirtió su futbol en alegre, práctico, vertical y eficaz para ser el primer equipo que se instala en los cuartos de final al ganar de manera contundente a una joven Estados Unidos que tendrá en el 2026 su pronta revancha.

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Estados Unidos que tendrá en el 2026 su pronta revancha.
De la mano de Depay, Blind y Denzel Dumfries, quien éste último se convirtió en pieza angular para sellar el triunfo, la Oranje camina sin tanto sobresalto y tampoco con tantos reflectores como en otras ediciones, pero su paso silencioso la convierten en fuerte candidato para llegar a la gran final.

Los europeos eliminaron al último equipo de la Concacaf y nuevamente pusieron en práctica quién manda en los grandes torneos; de paso su actuación tiene tintes de revanchismo toda vez que hace cuatro años no asistieron al Mundial. Grata lección de Estados Unidos que pudo avanzar a un cuarto partido y fue el único en la zona, pero su talento juvenil no pudo dar el golpe contundente, por lo que dichas promesas tendrán que madurar para ver sus mejores versiones en 2026 cuando EU, Canadá y México sean los anfitriones.

Eficaz y práctico es como el futbol de los Países Bajos poco a poco se apoderó de la primera parte desde el estadio Internacional Khalifa, pues sin ser una aplanadora y menos un rival hostil en el arco de los estadounidenses se llevó una cómoda ventaja de 2-0 a las regaderas.

Las desatenciones en la defensa de Estados Unidos le provocaron un fuerte dolor de cabeza a Gregg Berhalter a temprana hora, pues desde el minuto 10 ya lo perdía. Concierto de pases que comenzaron desde el mediocampo e imprecisiones en el marcaje de Antonee Robinson abrieron el hueco para que Denzel Dumfries filtrara el último envío al área a donde llegó de atrás Memphis Depay y vacunara las redes norteamericanas.

El arranque de EU fue cuesta arriba y el cierre fue aún peor, pues en la última jugada antes de ir al vestidor, los de Van Gaal holgaron el marcador bajo la misma sintonía. El balón salió por una de las bandas, se puso en movimiento, toque tras toque merodeó la defensa gringa sin que nadie la pudiera despejar.

Nuevamente Robinson y ahora Mckennie fallaron en el marcaje y Blind perforaba en calca al primer gol, la misma fórmula y el mismo resultado de gol. El meta Matt Turner enfurecía ante la tibia marca estadounidense, pues prácticamente se quedaron congelados ante las únicas dos jugadas de peligro que tuvieron los tulipanes.

De poco sirvieron sus buenas noticias para los del Tío Sam al contar desde el comienzo con los servicios de Christian Pulisic, quien se recuperó de una lesión que presentó en el último choque contra Irán. Así que EU no la iba a tener nada fácil en el complemento, un reto mayúsculo daba pie con el arranque de la segunda parte.

El único representante de la Concacaf quería batalla, pero sus dos goles en contra los dejaba sin vida hacia los cuartos de final. Sorpresa para todos pues solamente un gol habían recibido en la fase de grupos y ante ingleses e iraníes bajaron la cortina, pero la Oranje representaba más que ellos.
Así que nuevamente la figura del Barcelona buscó su segunda diana de la noche, tomó el balón, pisó el acelerador y tiró lejano para que el meta Turner atrapara. Países Bajos siguió con ese andar y ahora le negaba el gol a Cody Gakpo.

El poder yanqui nuevamente volvió a crecer, se conectó en algunos lapsos y negados a tirar la toalla adelantaron las líneas con varios cambios realizados. Pulisic se alegró y disparó lejano, la pelota fue desviada por Haji Wright y finalmente movió las redes para poner el 2-1 con tiempo suficiente por delante. El estadio hervía en apoyo hacia los norteamericanos.

Sin embargo y tan pronto, los europeos recuperaron la memoria y antes de que Depay fuera sustituido colaboró en otra sintonía de pases por sector izquierdo en donde ahora Denzel pusiera el definitivo 3-1 con el que terminaba con cualquier indicio de esperanza para los Estados Unidos.

El tiempo agregado solamente estiró el sufrimiento de los de Concacaf, el pase ya estaba con los de la UEFA que gracias a su colectividad, practicidad y dinamismo ejemplificaron una vez más que su balompié aventaja al de nuestra zona pese a que EU crece a pasos agigantados, pero aún no es su tiempo, no es su momento y posiblemente en 2026, cuando sean locales, se note aún más su avance y dejen de ser animadores para convertirse en competidores en su propia casa.

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