Todo quedó en un susto. Mario Ferri, quedó en libertad tras ingresar al campo del estadio Lusail durante el partido entre Portugal y Uruguay con una bandera de la comunidad LGBT+, su detención no pasó a mayores, no lo torturaron ni lo encarcelaron en ningún momento, pero reveló que sí le hicieron varios interrogatorios y en uno de ellos estuvo el mismo presidente de la FIFA, Gianni Infantino.

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Ferri, de nacionalidad italiana dijo que no fue la primera vez que intentó realizar esta protesta en Qatar, pues quiso hacerla en el partido entre Francia ante Dinamarca pero no tuvo éxito, posteriormente quiso en el España contra Alemania pero la seguridad de los inmuebles pudo más que él.

Relató que durante su detención la policía de Qatar no fue violenta con él, al contrario, fueron muy amables en todo el proceso e inclusive le ofrecieron algo de tomar en las oficinas.

Inclusive el presidente de la FIFA, Gianni Infantino estuvo con Mario durante los interrogatorios que se le llevaron a cabo, y el mandatario le hizo una pregunta muy renuente al protagonista del encuentro entre Portugal y Uruguay.

“Cuando me atrapan, yo soy el que va a la policía para entregar documentos y hablar de por qué lo he hecho. Fueron dos horas de preguntas. Viene Infantino, me mira a los ojos y preguntó por qué no en otro Mundial. Le pedí disculpas, pero para mí es un mensaje muy importante. Llamó a Emir para decidir mi futuro, pero nada“, dijo para OKDIARIO.

En medio de todo esto, Ferri dijo que esta fue la última vez que irrumpió en un escenario internacional como modo de protesta, Qatar parece que fue su “último baile”.

“Estoy de vuelta. Llamaré ‘el ‘último baile’ a mi última carrera en un campo de juego, quería mandar mensajes importantes para mí, sobre lo que he vivido en los últimos meses. Un mensaje para Irán, donde tengo amigos que están sufriendo y no se respeta a las mujeres.”

“El mundo debe cambiar; podemos hacerlo juntos, con gestos fuertes que salen del corazón y con valentía. La FIFA prohibió los gafetes de capitán de arcoíris y las banderas de derechos humanos en las gradas. Bloquearon a todos, pero no a mí, un Robin Hood 2.0. Llevé el mensaje de la gente, queremos un mundo libre que respete todas las razas e ideas“, expresó.

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Sobre por que entró al campo el italiano respondió que su razón es intentar que se tome conciencia sobre lo que sucede en Ucrania.

“Salvar a Ucrania. Estuve un mes en la guerra en Kiev como voluntario y vi cuánto está sufriendo la gente. Queremos paz en Ucrania. Gracias por todos los mensajes de amor que me llegan desde Irán, Ucrania y todo el mundo. Romper las reglas, si lo haces por una buena causa, nunca es un delito“, cerró.

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