Doha.– Mucho se había calentado el juego entre argentinos y mexicanos por un video que se hizo viral por solamente cuatro personas que protagonizaron una leve golpiza en La Corniche, las redes en nuestro país se movieron mucho y se buscaba llegar hasta las últimas consecuencias.

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No obstante y desde el epicentro de la Copa del Mundo, el ambiente previo al juego corrió con una total calma y en paz. Sí hubo mentadas y dimes y diretes entre ambas aficiones desde el metro y los alrededores del Lusail, pero nunca pasó a mayores.

Los argentinos, a su estilo, con esas arengas que evocaban a Diego Armando Maradona y el título conseguido en 1986, además de tener a Messi como su protagonista en sus nuevos coros. Mientras que del lado azteca el popurrí nacional se escuchaba entre el Cielito Lindo, canciones de Chente Fernández y uno que otra ‘refrescada’a Messi, pero de ahí a golpes y esas situaciones que le a gradan a las redes no se dio.

No hubo mucha cordialidad entre ambos colores, algunos sí expresaron su hermandad latinoamericana, pero otros jugaban sus rol. Desde la Patagonia hasta San Juan y Mendoza, los pamperos hicieron suyo gran parte del estadio Lusail, usando a Lionel Messi como su principal estandarte. Maradona también evocaba la gloria de los pamperos, esa misma que causó admiración entre los qatarís.

México no se quedó atrás, pinto de fiesta gran parte del contexto. Los charros, aztecas, revolucionarios, adelitas, luchadores, penachos y el folclor nacional no faltó. El albur, el disfraz de taco y hasta la nueva sensación con la botarga del Dr. Simi al estar en los mejores eventos intimidaron al enemigo.

De Ecatepec, Guanajuato, Torreón, Durango, Ciudad de México, Saltillo, Neza, Puebla, Naucalpan y de todos lados de nuestro gran país hicieron el esfuerzo para estar con México en un vital encuentro.

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Ya en las gradas, mitad y mitad, era difícil saber quién reinaba en las gradas. Enormes manchas verdes acompañaron el relieve albiceleste. En grados decibeles, el coro de los nuestros sí fue mayor y opacó el tradicional canto argentino.

“¡Y ya lo ven, y ya lo ven, somos locales otra vez!” perduró por mucho más tiempo. El Himno Nacional mexicano enchinó la piel y retumbó un poco más en comparación con el argentino, el Cielito Lindo cotejó lo escuchado y un gran ambiente previo de se vivió previo y durante el juego en el segundo duelo de la fase de grupos.

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