Fanáticos y expertos reconocen a Tom Brady como el mejor mariscal de campo que han visto los campos de la NFL y para aquellos que no coinciden, es muy difícil argumentar en contra de los 7 anillos de Super Bowl que tiene el 12 de los Buccaneers, además de todos los récords que tiene por aire. ¿Quién no lo querría en su equipo? Por increíble que parezca, en el 2020, cuando Brady fue agente libre tras terminar su aventura con los Patriots, pudo haber llegado a los Raiders antes que a Tampa.

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Una vez que Brady no quiso renovar con los Pats al terminar la temporada 2019, parecía que el experimentado pasador optaría por retirarse, pero las ofertas no se tardaron en llegar, primero, la de los Raiders de Las Vegas, que por aquella temporada, estrenaban estadio y ubicación.

Los altos mandos de los ‘malosos’ tenían en mente traer el combo Brady-Gronkowski para aprovechar el nuevo mercado y de paso, mejorar sutancialmente para volverse inmediatamente contendientes para pelear por el Super Bowl. Parecería la apuesta perfecta para el éxito inmediato, sin embargo, habría un pequeño detalle en la negociación, el head coach no estaba de acuerdo.

Jon Gruden, entrenador en jefe de los Raiders en aquella temporada, no veía con buenos ojos las contrataciones, pues consideraba que no aportarían mucho al esquema de juego y que además, sus altos salarios se podían utilizar en otros jugadores, sumado a los fuertes intereses económicos de partes fuera de la institución hicieron dudar al apodado ‘Chucky’.

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Los intereses económicos de Las Vegas querían ver a Brady en los Raiders

Dana White, presidente de la UFC fue el principal encargado de llevar a Brady y Gronk y confesó para un programa de la UFC cómo fue que todo se vino abajo:

“Trabajé para armar ese acuerdo para que Tom Brady y Gronk vinieran a los Raiders y fue casi un trato hecho. Y en el último minuto, Gruden voló el trato y dijo que no lo quería. Era una locura, Brady ya estaba mirando casas y aún no se decía que Gronk iba a venir. Por lo tanto, Las Vegas habría tenido a Brady y Gronk el año en que los Bucs ganaron el Super Bowl, excepto que Gruden voló el trato”.

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