Facundo Waller llegó sin muchos reflectores al Club Universidad, pero hoy es pieza inamovible del esquema de su estratega, Andrés Lillini. Él, en su país no estaba muy familiarizado con el repechaje o la Liguilla, pero sí que sabe lo que son los partidos de vida o muerte, sobre todo con la Selección Sub-20 y Sub-23. Ahí disputó el más reciente preolímpico y quedó en tercer lugar. Para Waller, pese al poco tiempo que lleva en México, los partidos de la fiesta grande son distintos, en los que hay que ganar sí o sí.

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“En Uruguay casi siempre se juega un todos contra todos, pero el campeón es el que más puntos hace. Luego se juega un intermedio, que se divide en dos grupos, y los dos primeros se enfrentan en una final. Con Plaza Colonia llegamos a una semifinal, que sería algo similar. El que pierde queda fuera, ya está. Hay que ganar sí o sí, por lo que fuera”, comenta en charla exclusiva con el periódico ESTO.

Aunque los medios no los ponen como favoritos, Waller confiesa que todo el plantel es consciente de su potencial, por lo que no necesitan que los medios o la gente de afuera los tome o no en serio. Al ser novato en el balompié nacional, ve nuestro futbol con mucha paridad.

“Son partidos muy parejos. Veo que la liga mexicana es muy pareja en todo sentido. Sólo perdimos un partido, contra león. En esta instancia los equipos se hacen más fuertes. El que cometa menos errores y esté más concentrado, es el que va a ganar”, señala.

Y aunque el resto demerite y apele a la suerte para hablar de lo que logra Pumas, la afición se mantiene con la ilusión de trascender a la Liguilla. Incluso, el uruguayo se ganó rápido el cariño del pueblo azul y oro. Para Waller, sentir al calor de los aficionados a través de las redes, ahora que no pueden estar, es importante.

“Eso siempre es bueno, porque influye. Con la gente estoy feliz, porque siempre se portan de 10. Hay que estar tranquilos, sabemos que son partidos complicados los que se vienen. Hay que disfrutarlo. Son cosas importantes, pero hay que gozar que estamos aquí. Podemos soñar con el título, porque soñar es gratis”, dice.

La ventaja que vio Pumas en el uruguayo es la capacidad que tiene para desenvolverse en diversas posiciones. Puede jugar como interior, en la posición en la que se desarrolla Lira, o como volante por izquierda, donde actualmente alinea bajo el esquema de Lillini.

“Hoy pienso en Pumas. No pienso en estar aquí e irme a Europa. Hay veces que piensas así, no te sale y te bajoneas. Hoy vivo el presente, que es lo que me va a llevar a determinado salto, pero sólo pienso en lo que pase acá”, finaliza.

Los universitarios recibirán en CU al Pachuca para el partido de vuelta de la serie de los cuartos de final. El gol de Favio Álvarez les dio la mínima ventaja en el estadio Hidalgo, por lo que llegarán con una pequeña comodidad a su casa.

HISTORIA DE SUPERACIÓN

El pasado de Facundo Waller contiene páginas que pudieron acabar con su carrera, se rompió el ligamento cruzado en un par de ocasiones, por lo que estuvo un año y medio sin actividad, aproximadamente. Hoy, recuerda esos momentos como una enseñanza. Narra cómo fue que vivió la primera lesión, misma que le frustró su sueño en una justa mundialista de divisiones menores, en la que representó a Uruguay.

“Me rompí el cruzado en el Mundial Sub-20, contra Italia, en el primer partido y a los 15 minutos. En ese momento no sabía que estaba roto, salía como una distención. Me perdí el Mundial, porque no recuperé. Cuando llegué a Uruguay, me hice la resonancia y salió que estaba roto”, recuerda.

La segunda ocasión que le tocó vivir el martirio de una lesión, fue pocos meses después, pero ya en Plaza Colonia. En un amistoso se resintió, por lo que tuvo que parar para no arriesgarse. Fue idéntica a la primera vez, sólo que lo supo hasta después de los exámenes.

“A los seis meses, en un amistoso ante Progreso, se me fue la rodilla otra vez, pero tampoco se rompió, fue otra vez una distención. Ya en Nacional, con la rehabilitación y un par de trabajos, la rodilla se me fue hacia adentro y se me rompió otra vez el cruzado. Se me desprendió la plastia”, menciona.

A raíz de esos acontecimientos, hoy Facundo Waller ve su vida y el futbol de distinta forma. Su carrera estuvo en riesgo, su nivel amenazó con no volver, pero él siempre afronta todo lo malo desde una perspectiva positiva.

“Siempre fui de jodón, de ser alegre. Lo veo diferente en ese sentido, de no estar enojado conmigo mismo, de buscarle a todo lo malo, lo positivo. En ese año y medio que estuve parado, la pasé mal. Llega un momento que ni jugador te sientes, porque nunca estás con tus compañeros entre terapias y recuperación. Hay veces que te quejas de lleno, pero en vez de enojarme, le busco algo positivo a esos males”, cierra.

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