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10, agosto 2019 - 20:02

┃ Luis García Olivo

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POR LUIS GARCÍA OLIVO

ENVIADO

Lima.- No era el objetivo ni el deseo de la Selección Mexicana que acudió a los Juegos Panamericanos; sin embargo, volverán con una presea que suma a la cuenta total del medallero y evitó la catástrofe de regresar al país con las manos vacías.

Días después del rotundo fracaso contra Honduras, el Tricolor se sacudió las heridas y se levantó para pegarle a Uruguay.

Un gol en solitario de Paolo Yrizar le valió el triunfo a los jóvenes aztecas para subirse al podio en Lima y continuar con este proceso que tiene como destino los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

Premio de consolación con sabor a bronce.

EL JUEGO

Con el sinsabor de no haber podido llegar a la final, pero con la obligación de no quedarse con las manos vacías, la Selección Mexicana Sub-22 se presentó en la cancha frente a Uruguay en el duelo por el tercer lugar de los Juegos Panamericanos de Lima 2019.

La herida de la eliminación a media semana estaba todavía fresca, pero un segundo descalabro en cuestión de días era algo inadmisible para los dirigidos por Jaime Lozano.

Los jóvenes aztecas salieron metidos en el juego y rápidamente se pusieron al frente gracias a la viveza de Paolo Yrizar.

El delantero de Querétaro tuvo el mérito de no dar por perdida la pelota y aprovechó una falla garrafal de Gastón Álvarez, quien quiso cortar una pelota con la cabeza, pero no calculó bien y esta lo rebasó. Paolo se dio cuenta, apretó el paso y ganó la posición para quedar mano a mano ante el arquero Santiago Mele, a quien venció con un tiro cruzado a segundo poste. ¡Gol mexicano!

Los surgidos de Gallos Blancos estaban inspirados y esta vez fue Marcel Ruiz el que se acercó con peligro, pero no tuvo la claridad suficiente para aumentar la ventaja.

El buen inicio tricolor de a poco bajó y los charrúas se soltaron, sacudieron la presión y adelantaron líneas hasta comenzar a preocupar al cuadro bajo verde, incluso, Malagón tuvo que exigirse para evitar que la igualada llegara.

Para el complemento, los uruguayos se fueron al abordaje, tocaron la puerta y se encontraron nuevamente con la figura de un Malagón en plan de figura.

Con el correr de los minutos, los sudamericanos dejaron espacios producto de la necesidad de irse con todo al frente para el gol que necesitaban.

México aguardaba y esperaba su oportunidad a la contra y casi la consigue en los pies de Mauro Lainez, quien tuvo una clara, mas no supo matar.

Al final, el cronometro marcó la hora del final. México se colgó la de bronce.

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