JAVIER JATTIN: “YO NUNCA BESO A NADIE DE LENGUA EN LAS NOVELAS, NI LES PREGUNTO; SOY MUY TRADICIONAL”
-Hay actores que cuando van a besar preguntan: ¿Con lengua o sin lengua? ¿Tú eres de esos? Le pregunté a Javier Jattin, de “El color de la pasión”. “No, yo no pregunto, yo nunca beso con lengua, me parece que la televisión es una ficción y hay que apegarnos al hecho de que estamos representando”. Entonces, cuando haces el amor en la telenovela no preguntas: ¿Con sexo o sin sexo? “Está establecido que es sin sexo, los que preguntan deben ser actores más vivenciales, de otro tipo de técnicas, pero no, yo no”. -Tú eres más apegado a las reglas…
“Sí, exacto, más tradicional”.
-¿Eres detallista, de regalar flores o joyas?
“Para las joyas no sé si me alcance, pero para las flores sí y sí me gusta dar flores, chocolates, ese tipo de detalles, de verdad que no pasan de moda, no dejan de ser muy especiales y de transmitir un mensaje mucho más allá del valor”.
-¿Así era tú papá?
“No, mis papas se separaron desde que yo era muy chiquito y yo viví todo el tiempo con mi mamá”.
-Y con esto de que tu papá se divorció de tu mamá, ¿tú estás negado al matrimonio o no? “No, no, no, para nada. Hay matrimonios que funcionan, otros no”. -O sea, ¿tú estarías dispuesto a casarte? “Sí, no sé cuándo, no sé con quién, pero sí, por qué no. Si se dan las cosas y si nos casamos es porque en ese momento lo sentimos”. -Y ¿te gustaría tener un hijo? “No sé si hijo o hija, aunque no ahora”.
-Estás joven, ¿cómo a qué edad te gustaría tener hijos? “Pues no sé, no lo veo tanto como en una edad, sino en una estabilidad, porque ahorita yo vivo en mi maleta, si ahorita me dicen: ‘Vete a chambear a España’, salgo corriendo, sin problema, feliz, y creo que ya cuando eres responsable con una persona y tienes que pensar… hay que estar en otra etapa de la vida”. -Y ¿ves a tu papá?
“Sí, claro, en Colombia. Igual ahora con la tecnología, para eso sí sirve, para comunicarse con la familia de lejos y pues poder platicar por ahí todo el tiempo”.
-¿Es cierto que se te dificulta tener novia porque están en el WhatsApp, en el Instagram, en el Twitter, en el Facebook y eso te choca y para ti una persona pegada al celular no puede ser tu novia?
“Lo de la tecnología y los chats es una paradoja, acercan a la gente que tienes lejos, pero la gente que está cerca de ti termina alejándose o termina cada uno como en su propia burbuja, sin platicar con el que tiene enfrente. Entonces, hay que establecer ciertas reglas. La regla de salir a cenar y poner los celulares en la mesa y que el primero que lo agarre paga la cuenta a mí me ha funcionado muy bien, me han salido muchas comidas gratis, así que se los recomiendo”.
-Y Esmeralda Pimentel, tu compañera en la telenovela, ¿es de las que está pegada al teléfono todo el tiempo? “No, por lo menos en la interacción laboral que hemos tenido no, está siempre muy enfocada en cuál es la escena y pendiente de eso”. -Y ¿ya estás listo para tener novia? “Yo creo que sí, yo pienso que todo mundo siempre está listo para empezar una relación, ya depende de la situación, del lugar, de cómo se van dando las cosas”. -Y ¿eres posesivo? De: “No quiero que te pongas minifalda”. Eso pasa mucho en México. “No, yo, la verdad, no. No sé si en Colombia seamos de otra mentalidad, pero como que no tenemos esas ideas en la cabeza, tenemos nuestro propio machismo, pero creo que es un poco distinto al mexicano”. -Y ¿ya te quieres quedar a vivir en México? “Sí, yo encantadísimo, este país me ha recibido con las puertas grandísimas de mi carrera, y cómo no quedarme donde encuentro las mayores posibilidades de trabajo, las mejores opciones. Yo creo que tú en la vida tienes que ir yendo las señales que te va dando la vida misma ¿no? Y sobre todo en lo profesional porque las oportunidades sólo se presentan una vez y yo decidí agarrar todas las oportunidades que se me presentaran, y bueno, por ahora todas las oportunidades están aquí, en México”. -¿Vives solo? “Sí, en un departamento pequeño, pero mi familia, que acaba de estar aquí, vino mi mamá, mi hermana y mi sobrina, estuvieron quince días, se quedaron conmigo, no importaba el desorden ni la estrechez, la pasamos la mayor parte del tiempo juntos, hicimos de todo, pues ya conocen un poco del DF y entonces ya no teníamos que turistear tanto, ya la onda fue más suave, fuimos al teatro, estuvimos en ‘El curioso caso del perro’ y en ‘Wicked’”.