Doha.- Menos de 30 días quedan para el arranque de la Copa del Mundo y en Doha, capital de Qatar, todo pasó como si nada. La posible espera de una celebración o incluso fuegos pirotécnicos por llegar al último mes sin futbol oficial en el país pasó de lado.

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El comité organizador le quedó a deber a sus aficionados. Un evento el lunes privó a los presentes en el muelle Corniche Fishing de observar algo distinto justo a los 30 días de que Qatar y Ecuador den por inaugurado el torneo en el estadio Al Bayt. Tal vez fue por la lejanía del inmueble sede del arranque o simplemente porque los presentes se conformaron con unas letras gigantes que solamente indican el nombre del torneo, pero todo pasó desapercibido.

Los medios fueron mayoría, desde franceses, ingleses y ESTO, los aficionados, nerviosos y hasta un punto temerosos, no se acercaron mucho al lugar, solamente un grupo de marroquíes quiso guardar el momento en su mente y llegaron a observar de cerca, en la que será su segunda copa consecutiva y sexta en su historia.

El muelle esperó hasta el último minuto y cuando dieron las 19 horas locales, todo quedó en una promesa que jamás se cumplió. Al fondo, los rascacielos nada más adornaron al reloj que continuó su marcha con la velocidad que ha tomado desde que fue instalado.

Así fue el recordatorio de que faltaba un mes para que la pelota rodara en tierras árabes, con una noche llena de sombras y unas letras gigantes que solamente adornaron la tristeza de algunos aficionados que llegaron en búsqueda de un espectáculo de luces y se fueron de regreso a casa a espera de que las representaciones comiencen a llegar y enciendan un ambiente mundialista que todavía no se siente.

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