La tiradora Alejandra Zavala quedó en cuarto lugar en sus primeros Juegos Olímpicos.

Tocó las puertas del Olimpo, estuvo entre las mejores del mundo, pero su puntaje no le alcanzó para agenciarse la primera medalla para México, en pistola de aire en modalidad de diez metros con 157.1 puntos.

El Parque Olímpico de Deodoro escuchó el grito de México, México, pero esto nos fue suficiente ante las rivales que se fueron imponiendo durante el encuentro.

Dura exponente fue Zavala quien estuvo en algunos instantes en el primero y segundo sitio, lo cual daba esperanzas para que comenzará a brillar la delegación mexicana en esta justa veraniega.

En su primer encuentro donde quedó entre los ocho primeros lugares, Zavala señaló que estaba confiado, que había trabajado mucho para hacer historia, ya que además estuvo de gira en el mundo obteniendo excelentes resultados. Así fue su carta de presentación en Río, pelearía hasta lo último para demostrar y engrandecer el tiro deportivo.

Y así salió a buscar el podio en la recta final. Estaba decidida y serena como lo es ella, dio batalla a sus contrincantes. Fueron tan solo unas milésimas que la separaron de la gloria. Pero al final, todos reconocieron su empeño por resalta y poner en alto el nombre de México que ondeó su bandera desde las tribunas.

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Alejandra fue ampliamente felicitada por su entrenador Hugo Hernández, al final de la competencia.

“Cierro un buen ciclo. Me quedo contenta, obviamente quedan las ganas y la fe de una medalla, pero ya vendrá. Estoy segura. Hay que seguir entrenando, trabajar más. Viene un evento donde compiten solamente las 12 mejores del mundo y estoy invitada”.

Sumamente serena, pero con la tristeza reflejada en su semblante, agregó:

“Voy a disfrutar la familia, ir a bailar. Y comenzar mi ciclo hacia Tokio. Salgo contenta porque no puedo poner una cara triste a esa gente que me apoyó. Ya me desahogué, sé que hice las cosas bien y creo que dejé un gran ejemplo. Ojalá que los niños me vean como un ejemplo a seguir”.

Alejandra dijo que se queda con la madurez que aprendió, con la energía de lo que son unos Juegos Olímpicos, y a seguir pensando en que está considerada entre las mejores del mundo.

“Eso es lo que más me gusta, que mi deporte se esté viendo a nivel internacional y que pronto seremos una potencia”.

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