Lejos de buscar que los niños se conviertan en profesionales, el futbol base tiene la misión de inculcar hábitos que los conviertan en grandes deportistas y a la vez, en excelentes seres humanos, aseguró Gabriel Vieira, director de Funiño Latinoamérica.

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“Cuando hablamos de futbol base no solo hay que incluir el futbol, tenemos que hablar de la importancia del deporte. Los niños tienen un potencial gigantesco. Ellos pueden crecer y transformarse en excelentes deportistas, el tema es cómo desarrollamos ese potencial para que sea grandes deportistas y grandes personas”, aseguró en charla con ESTO.

Se debe mejorar la calidad de la enseñanza

Uno de los primeros puntos que deben considerarse es que en México debe mejorar la calidad de la enseñanza. Aunque la FMF tiene la iniciativa al respecto, todavía hay pocas escuelas que trabajan con el futbol base.

“Primero que es importante: la calidad de enseñanza de los profesores. Hace poco tiempo la FMF tuvo una iniciativa de un congreso de futbol base para dar esa fuerza a la enseñanza del futbol a los profesores. La magia del futbol está en estos niños que estamos viendo acá porque ellos van a cambiar la cultura deportiva”, dijo.

“Cuando hablamos de mejorar la calidad de la enseñanza y que sean aficionados quiere decir que va a mejorar su calidad de vida porque se va a alimentar mejor, va a tener buenos valores y una infinidad de cosas que se adquieren a través del deporte”, añadió.

Gabriel Vieira recordó que los padres de familia suelen castigar a los pequeños privándolos del deporte, algo que debe cambiar en la cultura deportiva del país.

“Muchas veces el papá dice: ‘no lo voy a llevar al futbol porque le fue mal en las calificaciones’, y eso es un absurdo porque le están quitando importancia al deporte. Tenemos que valorar eso y venir a entrenar siempre“, comentó.

Siempre buscar la calidad de los profesores en el futbol base

El entrenador aseguró que los papás deben valorar mucho quién es la persona que les enseña a sus hijos. Pidió no confundir la exigencia con las groserías.

“Mucha gente confunde ser exigente con ser casi grosero o decir groserías. Muchas veces cuando el profesor tiene que obligar a sus alumnos es porque su entrenamiento ya está aburrido. cuando disfrutas algo tú lo haces, es muy importante que cuidemos esa parte”, compartió.

Explicó que lo más importante es que todos los niños participen durante los partidos. Se debe ser competitivo, pero permitiendo que haya errores para que puedan crecer.

“Lo más importante es ver cómo tratan a tus hijos. Un profesor que quiere a sus alumnos como si fueran sus hijos ya estás del otro lado. Tienen que ver que en los partidos metan a sus hijos a jugar, es inaceptable que los niños vayan a jugar y el profesor no los meta“, aseveró.

Recordó a los padres de familia que ellos también deben reeducarse, pues es habitual que griten y se peleen entre ellos o con los árbitros. Esto puede causar presión en los pequeños.

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“Dejen que los niños disfruten del futbol. Hay profesores que están gritando fuera de la cancha y papás que quieren hacer lo mismo. Eso no funciona, y no tienen idea de cómo los niños se presionan. Los niños se bloquean, importa que ellos estén disfrutando y tenemos que dejar que se equivoquen, a cada error estamos más cerca del éxito”, cerró.