Ganarle dos veces de forma consecutiva a Rafa Nadal, sobre todo en arcilla, es una misión imposible.
El tenista español pudo sacarse la espina de lo ocurrido hace 10 días en Barcelona, luego de derrotar en sets corridos con parciales de 7-6 y 6-3 al australiano Alex de Miñaur, para clasificarse a la tercera ronda del Masters 1000 de Madrid.

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Las dudas físicas con las que Nadal había llegado al Mutua Madrid Open parecen ser cosa del pasado. El mallorquín había tomado un poco de confianza luego de su triunfo en primera ronda sobre el estadounidense Darwin Blanch, situación que mejoró de forma exponencial cuando enfrente tuvo a uno de los mejores tenistas de la temporada.

Rafa, cobijado por su público, obtuvo una victoria luego de dos horas y un minuto de juego, pero donde más allá del resultado, lo que se lleva son sensaciones más que positivas.

El mejor jugador en la historia sobre polvo de ladrillo sorteó un duro obstáculo y lo hizo con gran fortaleza tanto en lo tenístico como en lo mental.

No fue una batalla fácil para Nadal. Si bien se benefició de los 33 errores no forzados que cometió su oponente, él contabilizó un 73% de efectividad con el primer servicio y quebró en cuatro de las cinco oportunidades que generó.

Rafa se recuperó de un break abajo en el primer set, y lo llevó hasta el tiebreak donde se puso en ventaja. Después aprovechó el impulso para ponerse 2-0 arriba en el segundo y encaminarse a la siguiente ronda.

“Pienso que por momentos tengo un buen nivel de tenis. Es paso a paso. Estoy muy feliz con lo que he hecho. La atmósfera aquí es increíble, gracias a toda la afición por su apoyo”, dijo el actual número 512 del mundo luego de su victoria.

“Ganar dos partidos seguidos para mí es muy importante. He luchado y lo hice bien. Debo ir paso a paso y ver cómo me recupero”, añadió el mallorquín.

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En la siguiente ronda, Nadal se enfrentará al argentino Pedro Cachín, quien también está teniendo su mejor semana en mucho tiempo. Ambos llegan con dos victorias en la Caja Mágica de Madrid.