La Copa Libertadores tiene nuevo dueño, luego de que el equipo del Fluminense se impuso por 2-1 al Boca Juniors.

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Un partido intenso y duro, como cualquier que suele jugarse en Sudamérica, pero al final la suerte sonrió a los brasileños.

Aunque era una final, desde el principio el Flu mostró que iba por el trofeo, ya que en los primeros minutos avisaron. Apenas al tres, Marcelo sacó un centro que despejó bien la zaga argentina, pero que fue una advertencia.

Solo unos minutos después, nuevamente el conjunto carioca dio aviso. Tras un saque de falta, el Fluminense remató, pero Romero atajó de buena manera.

Fue hasta después del minuto 15, cuando los argentinos se acordaron que estaban disputando una final. Merentiel recibió un balón y sacó un disparo, pero el guardameta salvó la ocasión y dejó abierto el partido.

La polémica no podía faltar y al minuto 30, le perdonaron una tarjeta roja a un elemento de Boca. Valentini agredió con un cabezazo a Ganso, pero el árbitro decidió que no había nada y se reanudó el partido.

Solo unos minutos después, el Fluminense llegó con peligró y por fin cayó la anotación que abría el marcador. Germán Cano recibió un dulce por parte de Keno y la mandó a guardar para ilusionar a los aficionados brasileños.

LA COPA LIBERTADORES REGALÓ EMOCIONES EN EL SEGUNDO TIEMPO

Con la desventaja en el partido, era claro el objetivo de Boca Juniors. Necesitaban buscar el empate y así lo buscaron.

Sin embargo, fue hasta el minuto 73 cuando Luis Advíncula hizo el tanto de la igualada. El futbolista sacó un disparo que sorprendió a todos y puso a festejar a los argentinos.

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El duelo se fue hasta los tiempos extras donde iba a llegar la mejor parte.

Al minuto 100, John Kennedy puso a bailar a todos los brasileños con un tanto importante. Pero la alegrí se convirtió en tristeza, pues el futbolista se fue a bañar antes de timepo por festejar efusivamente y ya tenía una amarilla encima.

El tiempo se fue acabando y así, Fluminense se llevó el prestigioso torneo.