La final de la Copa Libertadores 2023 se jugará entre Boca Juniors y Fluminense en el Estadio de Maracaná en Rio de Janeiro este sábado 4 de noviembre.

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Hace unos días, los aficionados argentinos comenzaron a llegar a territorio brasileño, donde de inmediato comenzó la violencia y la provocación con los rivales. El jueves, se presentó un incidente violento en la Playa de Copacabana que tuvo como protagonistas a los bosteros y los aficionados del Fluminense.

Derivado de dicha situación, el pasado viernes, tanto la Asociación de Futbol Argentino, como la Federación Brasileña de Futbol, firmaron un acuerdo en el que hicieron un llamado a ambas aficiones para evitar la violencia durante la final de la Copa Libertadores de América.

“Un clima de paz, un clima que pueda unir a los dos pueblos, a las dos aficiones, para que la gente pueda estar mañana en el Maracaná haciendo una linda fiesta”, aseguró el presidente de Fluminense Mário Bittencourt.

“Esto es una fiesta, al fiesta del futbol sudamericano. Pedirle a la gente por favor que respete a l contrincante. Esto no es una guerra, es un partido de futbol, nosotros queremos mucho al pueblo brasileño y queremos que nos quieran a nosotros también.”, señaló Jorge Amor Ameal, presidente de Boca.

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LA BARRA DEL TRICOLOR SE SUMA A LA NO VIOLENCIA

Mediante redes sociales, la barra del Flu informó que tras una reunión con la directiva del equipo brasileño, decidieron firmar un pacto de cese inmediato a los conflictos con la afición de Boca Juniors.

” Independientemente de la nacionalidad, la rivalidad no puede tolerar actos de cobardía, ya sea contra la historia de los indígenas y negros, o contra las familias. Las pasiones del club no están por encima del honor o la dignidad humana. Que se separe el trigo de la paja, que el castigo caiga sobre quien corresponda”, expresaron.