“Amo mi trabajo, pero si hay algo que odio más que nada es pelear“, es una de las frases más populares de Georges St-Pierre, el luchador con más contiendas titulares ganadas en la historia de UFC con 13.

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También conocido como GSP, Georges sufrió bullying cuando estudiaba la primaria. Sus compañeros de aquel entonces le robaban su comida, dinero y ropa. Además de que se burlaban de él por ser uno de los niños más retraídos del grupo. Pierre le pidió a sus padres que lo inscribieran a clases de karate para poder defenderse en el futuro y ellos aceptaron.

Con sólo 12 años, Georges logró ser cinta negra en su disciplina y decidió practicar diferentes técnicas: Lucha, Muay Thai, Jiu Jitsu brasileño y boxeo. Si bien, su situación escolar mejoró gracias a que los bravucones lo dejaron en paz, la precariedad económica lo orilló a buscar trabajo en un basurero para poder pagarse sus estudios.

Pierre trabajaba y entrenaba simultáneamente, pero nunca utilizó sus conocimientos para herir a los demás, simplemente lo hacía por placer. Cuando cumplió los 18 años, quiso entrar al ámbito profesional de las MMA, pero para su mala suerte, éstas estaban prohibidas en el código penal de Canadá. Georges tuvo que ir a las reservas indias en busca de oportunidades (donde se aprovechaban de los vacíos legales para realizar combates sin multas económicas).

En dichos lugares, Pierre conoció al ‘Huracán Francés’, un popular peleador de la zona que tenía un gimnasio en Montreal y era entrenador de varios jóvenes prospectos que podían tener futuro en las MMA a nivel profesional. GSP le pidió que lo entrenara y los resultados se reflejaron en su primer campeonato de artes marciales en su segunda pelea.

El dinero obtenido por sus peleas de la UCC (promoción donde GSP participaba) le permitió a Pierre dejar de lado sus trabajos y enfocarse meramente en el deporte. Con 21 años ya cinco victorias y era el campeón invicto. Por lo que UFC le ofreció un contrato para que peleara en los Estados Unidos.

El debut de GSP se dio en UFC 46, donde derrotó a Karo Parisyan por decisión unánime. En su siguiente pelea, noqueó a Jay Hieron y eso le valió una oportunidad por el campeonato de peso welter de la compañía, aunque perdió ante Matt Hughes vía sumisión. Siendo esta su primera caída a nivel profesional de MMA.

Su derrota le afectó anímicamente. Ya que el público lo criticó por haberse rendido y creían que no tenía la fortaleza suficiente para sobresalir en UFC. GSP tuvo que recurrir al psicólogo y a alejarse de las malas compañías y hacer caso omiso a los detractores.

En sus siguientes 20 peleas en UFC, Pierre ganó 19 y su récord quedó en 26 victorias y sólo dos derrotas a nivel profesional. De hecho, tuvo un periodo de cuatro años inactivo. Donde dijo que se sentía cansado de las peleas y solamente quería un tiempo libre para su familia.

GSP se dedicó a la paleontología y a entrenar alrededor del mundo como mero placer, para finalmente regresar en noviembre de 2017 ante el británico Michael Bisping. A quien venció vía sumisión en UFC 217. Pierre pasó a la historia como uno de los peleadores de peso welter más dominantes de la historia y uno de los más queridos. Por su educación y respeto a las artes marciales mixtas.

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