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23, diciembre 2022 - 6:00

┃ Álvaro Zaldaña

Franco Harris fue el protagonista de la Inmaculada recepción / Foto: @NFL

Pocas jugadas, y los autores de estas, quedan inmortalizadas en la posteridad de los deportes como una insignia que perdura a través del tiempo. La “mano de Dios” de Diego Maradona en México 1986, el salto de Michael Jordan en 1988 o el récord de los 100 metros planos de Usain Bolt en Londres 2012 son algunos ejemplos. En la NFL en la “inmaculada recepción” de Franco Harris.

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La acción del miembro del Salón de la Fama y recientemente fallecido marcó un antes y un después para los Steelers, pues a partir de ese momento la franquicia de Pittsburgh se deshizo de un estigma perdedor para pasar a convertirse en una dinastía que ganó cuatro Super Bowls en seis años, y hasta la fecha ser uno de los equipos más populares de la liga.

LA JUGADA

El 23 de diciembre de 1972 Raiders y Steelers se enfrentaron en el extinto estadio de los Tres Ríos, que tenía ese nombre por estar ubicado justo en la unión de los ríos Monongahela, Allegheny y Ohio.

La cita fue en la primera instancia de playoffs de la Conferencia Americana, es decir, la Ronda Divisional y el ganador disputaría el pase al Super Bowl contra Browns o Dolphins que jugarían un día después.

El juego fue físico, con la rudeza que caracterizó a la NFL en esas épocas y con pocos espacios para la creatividad. La primera mitad se fue sin puntos al descanso, pero en el tercer cuarto Pittsburgh consiguió adelantarse con un gol de campo por parte de Roy Gerela y el mismo pateador lograría aumentar la ventaja a 0-6 a inicios del último episodio.

Con un escenario pesimista, el legendario John Madden que en aquel momento era head coach de la franquicia de Oakland decidió cambiar al QB Daryle Lamonica por Kenny Stabler, y el movimiento funcionó cuando este último adelantó a su equipo por 7-6.

Pittsburgh tendría una última ofensiva desde su yarda 40 pero solamente restaban 22 segundos y sin tiempos fuera, pero fue cuando se escribió la historia.

El QB Terry Bradshaw se vio presionado por la defensiva rival y decidió lanzar a la yarda 35 de Oakland en busca de John Fuqua, sin embargo, justo al momento en que iba a recibir el balón el safety Jack Tatum lo golpeó y el balón salió disparado al costado izquierdo.

Franco Harris apareció en el lugar indicado y alcanzó a tomar el ovoide justo antes de que tocara el césped, para escaparse hasta las diagonales y convertir el touchdown. La algarabía en el estadio fue tal, que los aficionados saltaron al emparrillado para festejar, aunque faltarían los momentos más tensos.

CONTROVERSIA ÁRBITRAL

De los cuatro oficiales en campo, solamente uno marcó la jugada, y es que en ese entonces la NFL tenía una regla que señalaba que un jugador ofensivo no podía recuperar el balón si su compañero, en este caso Fuqua, fue quien lo tocó. En caso contrario, si el defensivo fue quien concedió el rebote entonces sí era válido.

¿Cuál fue la cuestión entonces? Que nadie tenía certeza de lo que había sucedido, ni siquiera la prensa pues no existe una toma de televisión hasta la fecha que sustente la validez.

Por eso, tras una breve discusión con sus colegas, el árbitro principal Fred Swearinguen se dirigió a una cabina telefónica ubicada en las bancas y supuestamente llamó a su supervisor Art McNally para discutir la jugada. Segundos después regresó al campo para confirmar el touchdown.

Tras 15 minutos en los que los aficionados tardaron en salir del emparrillado, se cobró el punto extra y Pittsburgh consiguió la victoria 7-13 para así lograr su primer triunfo dentro de la postemporada. La leyenda de la “inmaculada recepción” había nacido.

“En ese entonces la gente siempre decía que perdíamos y ganábamos de la misma manera y yo dije ‘ahora encontramos una forma de ganar’. Creo que la jugada ha crecido conforme a los años”, señaló Franco Harris a NFL Network durante una entrevista en 2019

CONSECUENCIAS

Para los Steelers, esa jugada significó el inició de una famosa dinastía: la Cortina de Acero, llamada así por la efectividad y ferocidad que tenía la defensiva en la década de los 70’s, aunque esto no fue inmediato, pues en el juego de campeonato cayeron ante los Dolphins de Don Shula que hasta el día de hoy son el único equipo en ganar el Super Bowl de manera invicta.

Su primer Super Bowl llegó en 1974 y se transformó en bicampeonato para 1975. Luego llegaron los de 1978 y 1979, y pasarían 26 hasta que consiguieran el del 2005 y posteriormente el de 2009.

Sin embargo, del otro lado de la moneda la polémica siempre ha estado junto a la “inmaculada recepción”. Pues hasta el día de hoy no hay una toma o testimonio certero que certifique la validez de la jugada. Mientras los Steelers siempre han apoyado que fue una decisión correcta, los Raiders lo han negado a tal punto que se han ganado el repudio de una gran parte de la liga.

Además, la prensa a nivel nacional en los Estados Unidos sostuvo varios años de discusiones, teorías y falsos argumentos sobre la jugada que impulsó a que personas no cercanas a la NFL quisieran saber más.

Por otro lado, la regla que abordaba de dónde provino el balón y que pudo anular la leyenda de Harris, fue cambiada por la NFL en 1978 justamente para evitar polémicas futuras en jugadas similares.

SE CUMPLEN 50 AÑOS

Este viernes 23 de diciembre se cumplen 50 años de aquella mítica jugada, y no podía ser mejor momento para homenajearla que con el encuentro entre Raiders y Steelers dentro la semana 16 de la NFL.

Lamentablemente como si de una tragicomedia se tratara, Franco Harris murió tres días antes, por lo que además de un uniforme retro y algunos videos, el evento también servirá para rendir tributo al legendario corredor que cambió la historia del futbol americano en Pittsburgh.

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