Desde que Diego Armando Maradona toma el balón apenas unos metros antes de la media cancha del Estadio Azteca hasta que Víctor Hugo Morales pronuncia la última palabra de su mítica narración pasaron un minuto con 17 segundos. La secuencia artística que supone el gol del Diego ante los ingleses encontró en el relator uruguayo el complemento perfecto para potenciar dos genialidades destinadas a no poder vivir una sin la otra. Esa tarde en el Azteca Maradona fue Maradona, pero también el “Barrilete Cósmico”.

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A medida que el futbolista argentino iba dejando rivales en el camino, la voz de Morales rompía el plano.

Cada gambeta era un tono arriba, inédito, una nueva palabra, en el afán de contar lo nunca antes visto. La explosión, el delirio, y luego la vuelta a la realidad, el respiro final, la toma de aire, como si todo se hubiera tratado de un sueño.

“La va a tocar para Diego, ahí la tiene Maradona, lo marcan dos, pisa la pelota Maradona, arranca por la derecha el genio del fútbol mundial, deja el tendal y va a tocar para Burruchaga… ¡Siempre Maradona! ¡Genio! ¡Genio! ¡Genio! Ta-ta-ta-ta-ta-ta-ta-ta. ¡Gooooool! ¡Goooool! ¡Quiero llorar! ¡Dios Santo, viva el fútbol! ¡Golaaazooo! ¡Diegoooool! ¡Maradona! Es para llorar, perdónenme. Maradona, en recorrida memorable, en la jugada de todos los tiempos. Barrilete cósmico… ¿De qué planeta viniste para dejar en el camino a tanto inglés, para que el país sea un puño apretado gritando por Argentina? Argentina 2 – Inglaterra 0. Diegol, Diegol, Diego Armando Maradona. Gracias, Dios, por el fútbol, por Maradona, por estas lágrimas, por este Argentina 2-Inglaterra 0″.

El periodista recordó en una entrevista con la agencia EFE aquella secuencia inolvidable. Aunque esa jugada marcó su vida, Morales no olvida que la genialidad llegó del futbolista. “Todo eso tiene que ver con el poder de Diego. Ha sido tan increíblemente mágico en la vida de los argentinos, ha dado tanta felicidad, que cuando pensamos en lo que nos ha hecho sonreír, abrazarnos, llorar de alegría, la primera persona es Diego”.

A 36 años de “describir el delirio en tiempo real”, como lo escribiera el escritor mexicano Juan Villoro, Víctor Hugo Morales enfrenta un nuevo miedo. En el último Mundial de Messi, teme no encontrar las palabras correctas.

“Debo confesar que uno de mis temores para el Mundial es que Messi convierta el gol en la final. ¿Qué decir? No voy a prepararme para nada porque la espontaneidad es lo que importa, pero en el mismo momento en que esté gritando ¡goooool!, ya empiezo a maquinar qué camino recorrer. Se pueden decir de él también muchas cosas, pero no debo repetirme. Tengo un lío con eso, pero deseo que ocurra, deseo tener ese desafío, algo pasará y será seguramente muy emocionante”, dijo.

El Mundial de Qatar será el primero después de la muerte de Diego, fallecido el 25 de noviembre del 2020. La figura del futbolista argentino, sin embargo, trasciende en el tiempo.

“Lo tengo en mi corazón como una persona accesible, noble con los compañeros de trabajo. Un hombre de buen corazón y una enorme generosidad. Maradona va a estar presente fuertemente en el campeonato del mundo. La leyenda Maradona se fortalece cada día, porque es una leyenda merecida; tiene que ver con un hombre que, como jugador, fue el más grande de todos los artistas y, como hombre, fue un peleador contra los poderes, corriendo riesgos, asumiéndolos, pagando consecuencias”, cerró.

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