Doha. Llegó el imán de masas. El que le pone color a los Mundiales. Una Copa del Mundo sin el Tricolor no se entiende. México salió de Girona entre pesimismo tras su derrota contra Suecia, pero esa sensación se transformó en Doha. La gente siempre levanta a los verdes, aunque no siempre recibe lo mismo. ¿Cómo le hacen para ir a cualquier rincón del mundo? o ¿Por qué siguen a la selección a pesar de los fracasos? Es su cariño al país, a los colores verde, blanco y rojo, solo ellos lo saben, pero contagian.

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La selección más colorida de las Copas del Mundo, la que tiene a los aficionados más fieles, llegó a Qatar. ¿Y los abucheos a Gerardo Martino? No hubo nada de eso.

Una hora y media antes de la llegada del autobús el ambiente era desolado, un solo aficionado y el infaltable Caramelo estaban afuera del hotel de concentración, esa no era buena señal, sin embargo, una caravana de automóviles llegó para ponerle calor y color a la madrugada qatarí. La gente que llegó se enteró de que el paisano estaba solo y rápido se organizaron para alcanzarlo. Ese es el poder de la gente mexicana.

En un pestañeo el ambiente fue otro, cien o más seguidores se instalaron en el lujoso hotel. La indicación de los guardias del lugar era no permitir el acceso al lobby, sin embargo, improvisaron unas vallas luego de ver a tanta gente reunida.

El Cielito Lindo y El Rey sonaron, los versos de José Alfredo Jiménez siempre se escuchan, hubo gente de Veracruz, León, Estado de México, Pachuca, Toluca, Querétaro, entre otros estados, incluso un español con playera verde estuvo en el sitio.

La hora siempre es lo de menos. En Doha eran la 1:15 horas de la madrugada, pero ese no fue impedimento para que se trasladaran al alejado sitio. El hotel azteca no está cerca, alrededor de 50 minutos separan al lugar del centro de la ciudad.

El autobús se asomó, giró y a vuelta de rueda pudo estacionarse. Los aficionados aprovecharon ese momento para acercarse a las ventanas del vehículo y mostrarles su arropo a los aficionados. Andrés Guardado estaba atrás y tuvo tiempo para saludar a las personas.

El grito de “México, México, México” se volvió ensordecedor, la gente se arremolinó en la entrada del hotel.

Los jugadores iniciaron su descenso y rápido entraron al lobby del lugar, a lo lejos se pudo observar a Memo Ochoa, Héctor Herrera, Erick Gutiérrez, Raúl Jiménez, Henry Martín y Kevin Álvarez, el grupo de sparrings llegó en una vagoneta aparte, ellos se unieron al resto del grupo.

La fiesta siguió afuera varios minutos más. México llegó a Doha, tiene que descansar y a partir del viernes se tienen que preparar para su debut contra Polonia.

Llegó el Tricolor. El imán de masas. El que todos quieren. La Copa del Mundo está a la vuelta de la esquina.

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