Hay entrenadores en la vida de un futbolista que son simplemente inolvidables. Uno de ellos es el que confía en él a pesar de su juventud y lo debuta en Primera División o está el que cumple con su primer llamado a nivel Selección Nacional y lo presenta al mundo. Para Guillermo Ochoa y Robert Lewandowski, próximos rivales en el Mundial de Qatar 2022 en el estadio 974 en el debut del Tricolor y Polonia, existe uno que es bien conocido en el futbol mexicano y que une a ambos futbolistas de forma inevitable.

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El nombre de Leo Beenhakker siempre será recordado por Memo y Lewa. El timonel holandés tuvo buen ojo y fue alguien importante en sus carreras profesionales, también quien les dio su primera oportunidad, uno a nivel de clubes y el otro con la selección absoluta de futbol. Apenas cuatro años de diferencia son los que separan ambas presentaciones.

Primero fue Guillermo Ochoa con las Águilas. En la quinta jornada del Clausura 2004, el debut fue más que obligado por la lesión del guardián titular Adolfo Ríos. El canterano americanista tuvo que entrar el quite. Beenhakker se decantó por el portero de chinos y dejó a otro joven como Édgar Hernández en el banquillo. “Guillermo era nuestro tercer portero y los dos primeros se lesionaron. Entrenó a lo largo de la semana y después de la última práctica le dije que jugaría el fin de semana, que era su turno. ¿Qué me respondió? ‘Perfecto, entrenador, hasta mañana'”, reveló el técnico tulipán hace algunos años.

En su primer encuentro bajo el arco azulcrema cumplió con un destacada actuación siendo en gran parte pieza clave para que su equipo derrotara a los Rayados en el Estadio Azteca. Ochoa demostró grandes cualidades y desde ese momento se supo que su futuro era prometedor.

Después de su segundo paso por Coapa, Beenhakker fue presentado como seleccionador de Polonia en 2006. Un par de años después, el de Países Bajos se fijó en un joven de apenas 20 con gran potencial. Él era Robert Lewandowski.

En sus últimos partidos con Polonia debutó al delantero en un partido clasificatorio rumbo al Mundial de Brasil 2010 ante la débil San Marino. El hoy jugador del Barcelona ingresó al minuto 59 y nueve después marcó el 0-2 definitivo para su equipo. Desde entonces se convirtió en un recurrente para su país y en Medio Oriente jugará su segunda Copa del Mundo como Bota de Oro.

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