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28, abril 2018 - 23:01

┃ Miguel Angel García

nota-futm-juli

POR MIGUEL ÁNGEL GARCÍA

ENVIADO ESPECIAL

FOTOS: CORTESÍA DE TADEO ALCINA

Aguascalientes, Ags.- Un homenaje al maestro Miguel Espinosa “Armillita Chico” fue la apertura del octavo festejo. El señor Juan Pablo Bailleres develó un busto a nombre del licenciado Alberto Bailleres, acompañado del diestro Femín Espinosa y los matadores actuantes. Los toros de San Miguel de Mimiahupam llevaron nombres alusivos al maestro “Armillita”.

En los hechos, el encierro ofreció poco para lo que se esperaba, no obstante, dio lo necesario para ver a un Julián López catedrático y un Juan Pablo Sánchez a máximo temple; Fermín Espinosa quedó a deber mucho.

Otro entraron registró la Monumental, a reventar en sombra, casi lleno en sol. El público está exigente como debe de ser, de pronto más toristas que en otros años, torerístas por supuesto. Y aunque hay jolgorio a lo que da en los tendidos, la afición no pierde absoluto detalle de lo que sucede en el ruedo. Hoy, esta plaza y este público me da buena que es un logro poderles. Los toreros no la han tenido fácil. Menos los ganaderos.

VARIADO JUEGO

De presencia absoluta, impecable, con movilidad unos más que otros, de lidia dispar. Subrayó: impresionantes de lámina.

San Miguel de Mimiahuapam: (Rejones) Torero de Dinastía, bueno. Armillita Artista, violento, un tanto parado. Sonrisa Franca, medido de fuerza. Torero Grande, noble, con calidad. Cofrade Begoña, descastado. Eternos Naturales, descastado, abucheado. Mike, cumplió.

CATEDRÁTICO

Julián López, lances a la verónica al impresionante toro, de catadura importante. De ser un toro violento y un tanto parado, el madrileño se encargó de ahormarle la cabeza y hacerlo embestir a gusto propio, haciendo una faena catedrática, plena de maestría y con sello julista. Estocada fulminante, aunque demasiado trasera y todo quedó en una salida al tercio.

Dos medías de pintura para recibir a su segundo toro. El astado llegó sin gas, para no decir sin bravura, al tercio de muleta, ya que prácticamente se quedó amarrado a la arena. Y mire usted que para Julián no hay cerro que se le empine ni cuaco que se le atore, pero ante la brutal mansedumbre todo esfuerzo resulta infructuoso.

DEMASIADO LENTO

Juan Pablo Sánchez se ha topado con un colorado de excelente lámina, de mucho respeto, el cual tuvo su fuerza bastante medida, pero el inigualable temple del torero todavía se alentó más con el recorrido lento de por si del astado, entonces en definitiva Juan Pablo logró como detener el tiempo con los muletazos que extrajo, increíblemente lentísimos. Su socio se fue mucho a menos y aunque el torero siguió templando ese nulo embestir, finalmente cambió la espada simulada por la de acero. Gran labor de Sánchez, a pulso. Lástima que la espada le jugó una mala pasada. Pinchazo, estocada y certero descabello.

Su segundo enemigo fue un completo desclasado y deslucido que no aportó nada para que Juan Pablo luciera. Pero sí que hubo disposición del torero por arrancarle pases, que más que agradar, pusieron al público de uñas por no ver nada importante en el ruedo. Así el que paga el boleto y ni hablar. Lo pasaportó de estocada y descabellos.

QUEDÓ A DEBER

No tuvo un ápice de maldad el primer toros de Fermín Espinosa “Armillita”, fue a la muleta con docilidad, clase y cierto motor, no fue el toro enrazado que exigiera carnet, lo cierto es que Fermín dejó algo en algún lado y eso es lo que le faltó para poder llamar la atención del público que estuvo en todo menos en la labor del hidrocálido. Lo despachó de una estocada.

Se apretó las tuercas para su segundo toro y en lances y quites escenificó momentos estrujantes en suertes variadas que hicieron rugir al coso. Hasta ahí, Fermín tenía bordada la tarde. Después, con la muélela, el toro le puso en aprietos con su lento andar, más cuando éste se le quedaba a medio embestir y le volteaba a ver las pantorrillas. No fue fácil aguantarle al socio y el público de esta plaza, créame, está más exigente que otros años.

REJONEADOR

Luis Pimentel tuvo un gran ejemplar de salida, con bravura y codicia, que le pudo haber ofrecido todo para brillar en su propuesta, sólo que le clavó tres rejones de castigo y eso fue suficiente para que el socio quedara un tanto parado. Ante ello el rejoneador hizo de todo, destacando dos pares de banderillas que puso soberbiamente al quiebro, saliendo limpiamente. El resto de los palos los puso ante un toro prácticamente parado. Mal matando, abucheos.