EL Tricolor quedó listo para enfrentar a Estados Unidos, quedarse con el orgullo y de paso sellar su participación en el Mundial de Rusia 2018. El cuadro mexicano entrenó por última vez en el Centro de Alto Rendimiento antes de encarar a los gringos en una edición más del Clásico de la Concacaf.

El plantel estuvo cobijado por varios de sus familiares. El apoyo de sus seres queridos los motivo todavía más.

La repentina baja del “Tecatito” Corona no los hundió. El grupo supo darle su apoyo y ellos seguir con su preparación. El Hexagonal Final, además de la Copa Confederaciones está a la vuelta de la esquina. El Tricolor no puede distraerse y dejar pasar una oportunidad inmejorable para casi sellar su participación en el Mundial que sigue.

Juan Carlos Osorio reunió al grupo en el centro del campo, dialogó con ellos brevemente y luego comenzaron a entrenar.

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Los ejercicios físicos fueron los primeros en aparecer, todo el cuadro trabajó a la par. Las risas estuvieron presentes. La alegría del plantel se notó. El técnico colombiano logró juntar a un cuadro de amigos y excelentes futbolistas. La unión va desde el más veterano como Rafael Márquez hasta el más joven como el “Hueso” Reyes. El club trabaja y camina de la mano.

Con ejercicios musculares y otro tipo de estiramientos el conjunto entró en calor. Guillermo Ochoa, Rodolfo Cota y Alfredo Talavera entrenaron por su cuenta. Ochoa lleva mano para volver a ser el guardián de la portería.

Luego de eso los medios comunicación abandonaron el lugar. Juan Carlos Osorio definió su estrategia a solas.

De esta manera el Tricolor cerró su preparación para la batalla más aguerrida de la Concacaf. (Javier Juárez/Fotos: Érik Estrella)