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Mira

15, febrero 2017 - 15:57

┃ EFE

Nota-Fut-Kroos-

El Real Madrid ganó 3-1 al Nápoles en el choque de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones y partirá con ventaja en el choque de vuelta que se disputará el próximo 7 de marzo en el estadio de San Paolo.

El cuadro merengue dirigido por Zinedine Zidane saltó al campo con la sorpresa de que James Rodríguez era titular y desde los primeros minutos los de blanco comenzaron a bombardear el área del conjunto italiano.

Sin embargo, el jugador del Nápoles, Lorenzo Insigne abrió en el marcador en el minuto 8 con un disparo lejano que sorprendió al portero costarricense Keylor Navas. La alarma de pánico comenzó en el Bernabéu debdio a que la escuadra de la capital española no lograba empatar el duelo.

Fue hasta en el minuto 18 que  Karim Benzema empató el partido con un remate de cabeza tras un centro desde la banda derecha de Dani Carvajal, quien con tres dedos dio el pase preciso.

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Corrieron los minutos en el duelo. Real Madrid era superior en la posesión del balón y en los tiros al arco, pero el conjunto de Italia no se quedaba atrás, pues con algunos contragolpes puso a temblar a la afición Merengue.

La segunda parte sería decisiva en el desenlace del duelo. El Nápoles no especuló y su valentía fue castigada con dureza. En defensa no mantiene el nivel del resto del equipo y arriesga con una línea adelantada que el Real Madrid destrozó. En el riesgo está el disfrute pero en el Bernabéu le costó caro.

Donde comenzó a deslumbrar al mundo cayó Cristiano y desde el costado derecho desató una bicicleta recordando viejos tiempos, se fue con la facilidad que hacía mucho no se le veía y su pase atrás lo remató Kroos con uno de sus disparos que son pases a la red. Era el minuto 49 y una nueva remontada se ejecutaba.

Debía decidir el Nápoles dar por bueno el resultado o arriesgar. Sarri había dejado claro que si perdían no sería por cobardía y buscó el gol. La presión trabajada del equipo de Zidane dio su premio en la lucha de James. El balón llovió del cielo a Casemiro que enganchó una volea magnífica para el 3-1.

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