Tras obtener su pase a cuartos de final al vencer a Monarcas con la mínima diferencia, el equipo de Matías Almeyda pernoctó en la capital purépecha, para así evitar un mayor desgaste de sus jugadores.

A primera hora el “Pelado” levantó a todos sus muchachos para tomar un desayuno ligero en el restaurante de un lujoso hotel de Michoacán, y al concluir los alimentos, el argentino y sus muchachos se dirigieron a una cancha anexa donde realizaron un trabajo netamente regenerativo.

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El calentamiento arrancó con un trote ligero sobre el campo para después realizar ejercicios de flexibilidad, fuerza y resistencia. Al término de este trabajo cerraron su trabajo en el gimnasio.

En punto de las 11:30, los tapatíos abandonaron el hotel de concentración y uno a uno comenzaron a salir. El primero fue Eduardo “Chofis” López, quien fue interceptado por un pequeño grupo de aficionados, quienes se tomaron fotos y obtuvieron un autógrafo de su ídolo juvenil.

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Así, uno a uno salieron, algunos tuvieron la amabilidad de convivir con sus seguidores, mientras otros sólo se subieron al autobús.

El más aplaudido y acechado fue Alan Pulido, quien saltó las vallas de seguridad para posar con sus fans, quienes levantaron la mano al ver cómo se alejaba el autobús.