TOLUCA.- El fallecimiento de su padre evitó que Enrique Triverio estuviera en los últimos partidos del Toluca.
Este domingo, el delantero argentino volvió para uno de los encuentros más importantes para los choriceros, frente al América, aunque se le notó la falta de ritmo en el primer tiempo.
Para el segundo tiempo, el argentino cambió el chip.
Fue gracias a él que Toluca vino de atrás, puso en el partido a los pingos y después logró la paridad, el pampero brilló por sí solo con su fuerza y vitalidad. Incluso a él le cometieron el penalti que significaba el empate, lastimosamente para los choriceros, Fernando Uribe no pudo marcar.
Triverio salió triste de la cancha, pero con una motivación extra, pues le pudo dedicar sus dos anotaciones a su recién caído progenitor. (Miguel Ángel Mújica)