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CARLOS BONAVIDES: “LLEVO 9 AÑOS CASADO CON YODI MARCOS Y ASÍ SEGUIREMOS PORQUE ES LA MUJER DE MI VIDA”.

-Carlos Bonavides, llevas nueve años casado con Yodi Marcos Aranda.

“Y así seguiremos, no nos vamos a divorciar, si Dios quiere. He encontrado a la mujer de mi vida, la mujer gracias a la cual dejé de tomar y gracias a la cual ahora tengo un hijo maravilloso: Tadeo Carlos Leopoldo Bonavides Marcos está en segundo de su CEA en Televisa, ya está en segundo año de primaria, tiene siete años y es profundamente más inteligente que yo”.

-¿Y cómo es que nunca habías tenido un hijo con todas las parejas que tuviste? Tuviste dos esposas que se murieron, con Esperanza, con la que duraste 40 años…

“Treinta y ocho”.

-¿Cómo es que con ninguna de ellas tuviste un hijo?

“Todas ellas tenían hijos”.

¿Cómo te curaste del alcoholismo y la drogadicción que padeciste más de 50 años?

“El principal paso para curarte del alcoholismo es darte cuenta que estás enfermo y el principal paso para curarse del alcoholismo es dejarte de engañar, porque puedes engañar a todo mundo menos a ti. Entonces, esos dos pasos son sustanciales, definitivos, y la sobriedad te lleva a otro mundo.”

-¿Hace cuánto se quedó viuda tu mami?

“¡Uuuuh…! Mi mamá Inocencia Zamudio Baizabal, quien tiene 112 años de edad, se casó tres veces; con mi papá nunca se casó. Mi papá murió en el 80, yo conocí a mi papá cuando yo tenía 11 años; después mi mamá se casó con un señor cubano, Lorenzo Guillén, pero primero, cuando éramos muy chicos, se casó con un alemán que se llamaba Otto, que era concertista y compositor. Lorenzo Guillén era exmarino de Estados Unidos, participó en la Segunda Guerra Mundial. Y mi papá era doctor; pero mi papá era doctor del Seguro Social, donde mi mamá era enfermera, y mi papá tenía la muy absoluta peculiaridad de la simpatía”.

-¡Como tú!

“De la inteligencia y de la simpatía”.

-Oye, o sea que nunca convivió contigo.

“No, al final, tengo el honor…porque a mi hermana gemela y yo adoramos al papá, porque él nos enseñó otra cosa diferente: la magia de la imaginación él nos la enseñó; pero mi papá todo lo que nos dio fue cincuenta pesos cuando nacimos y jamás le pedimos nada. Mi papá murió en San Juan Evangelista ya muy grande, pero eso es obvio, de la simpatía, del gusto por vivir, de la alegría de vivir”.

-¡Qué bueno que vives con tu mami!

“Sí, bendito sea Dios.”

-¿Y tienes una hermana?

“Sí, tengo una hermana que se llama Emilia Bonavides Zamudio, abuela, sus nietos están grandes…”

-Y es tu gemela.

“Sí, es mi gemela, cuata porque los gemelos son igualitos”.

-¿Y te llevas con tu hermana?

“Absolutamente, es una santa a mi hermana”.

-¿Tu esposa Yodi no trabaja?

“Ella ahorita me ayuda, estamos en el negocio de hacer fiestas con los dulces, las mesas de dulces para fiestas, XV años, bodas y todo, y le está empezando a ir bien, bendito sea Dios”, concluyó Carlos Benavides.