ELIZABETH ÁLVAREZ: “JORGE SALINAS ME QUERÍA SACAR DE TRABAJAR, PERO YO TRABAJO DESDE LOS 9 AÑOS DE EDAD, ESO ES IMPOSIBLE”
-¿Jorge Salinas nunca te ha dicho: te quiero sacar de trabajar?, le pregunté a Elizabeth Álvarez, su esposa.
“Al principio me dijo: ‘te voy a sacar de trabajar, no quiero que trabajes’. Y le dije: ‘no, mi amor, cómo crees, yo toda mi vida he trabajado, trabajo desde los nueve años, mi mamá es una hormiga, mi papá es señor hormiguero, jamás voy a dejar de trabajar, por nada, ni por nadie’. Él quería ser amado, se enamoró de una mujer que trabaja y yo llego con súper, ya pagué el teléfono, ya pagué mi celular, ya pagué cosas que yo estoy acostumbrada a pagar, pero ahora tenemos otra dinámica distinta donde hacemos un fondo entre los dos y hacemos una distribución para los gastos, tenemos una cuenta especialmente para gastos para la casa y aparte cada quien tiene sus cuentas, como debe de ser, y hacemos nuestras vacaciones, unas las pago yo, y otras las paga él. Cuando tú esperas que te den no eres capaz de dar y ahí viene el problema, a mí me gusta dar y me gusta recibir, a él le ha costado, pero yo le he dicho: ‘permíteme que yo te dé, aprende a recibir’, y creo que a Jorge le ha costado trabajo recibir, pero se siente bonito recibir amor, atención”.
-¿Porque es macho?
“Pues es hombre mexicano, macho bien a gusto, que provee y todo, y yo vengo de una familia de puras mamás hormigas, puras mujeres bien trabajadoras, entonces pues es diferente la dinámica, entonces él ahora ya está acostumbrado a recibir, y él siente también padre y es bonito consentir a la gente que uno quiere”.
-¿Y con sus hijos te llevas?
“Padrísimo, pues cuando a un niño le das amor, lo único que recibes es amor, y sus hijos son encantadores, preciosos”.
-¿Te llevas con los tres, con la niña y los gemelos?
“Sí, la niña ya está en la universidad, va a estudiar medicina; está guapísima, enorme, inteligente. Todos son extraordinarios y nosotros somos una pareja extraordinaria, a veces quisiera que fuera para toda la vida, pero sé que nada es para toda la vida, no somos eternos, ni el mismo amor, ni las parejas, ni los matrimonios, ni la vida misma, pero sí tengo momentos donde digo que tanto amor no puede ser posible”, concluyó la bella Elizabeth Álvarez.