SALUDOS ENCHILADOS amigos… a propósito de la gira por Europa que acaba de realizar la Selección de futbol de nuestro país para jugar contra equipos como Holanda y Bielorrusia y que dio paso al nuevo romance de la afición a las patadas con Carlos Vela; al revisar la información sobre lo que sucedía en Holanda, me encontré con una historia del deporte “Para Enchilar la Piel” de cualquiera, pero que de “milagroso” pasó a ser una gran duda.
Hace 13 años Monique Van der Vorst era una jugadora de hockey sobre pasto que comenzó con problemas de lesiones en el tobillo hasta perder la movilidad de su pierna izquierda. Decidió operarse y a partir de ahí su vida cambio. Terminada la operación algo no estaba bien, su pierna empezó a inflamarse y a ponerse morada y fría, quedando sin movimiento; un año después su pierna derecha, sin razón alguna, también sufrió el mismo efecto.
Al paso del tiempo Van der Vorst vio en el ciclismo para discapacitados (porque se impulsan con las manos) la chispa que necesitaba su vida para encender la esperanza de su regreso a la competencia deportiva, y vaya que lo consiguió, sus resultados le permitieron calificar a los Juegos Paralímpicos de Beijing 2008; pero fue ahí donde vino otro percance, un grave accidente de tráfico en Tampa Bay, Florida, le dañó la médula espinal con fractura de vértebra, pero aun así, cuatro meses después y con un collarín participó en los Juegos Paralímpicos para ganar dos medallas de plata en las pruebas de ruta y contrarreloj.
Después de su logro paralímpico, ganó el Ironman de Hawai y fue elegida la mejor atleta discapacitada de su país; pero fue aquí donde vino un nuevo golpe a Monique, la atleta entrenaba en Mallorca cuando otro ciclista golpeo su bicicleta por detrás y Van der Vorst se golpeó contra el suelo.
El resultado del impacto: sus piernas quedaron inmóviles y con espasmos. A pesar de los fuertes dolores sufridos durante meses, apareció el milagro, a raíz del golpe sufrido, sus piernas sin explicación científica empezaron a recuperar su movilidad, la explicación al suceso fue que el impacto desbloqueó la lesión sufrida 13 años atrás. Justo el 20 de noviembre de 2010, escribió en su página de Facebook: “Puedo caminar de nuevo”.
Una vez recuperada, fue contratada por el mejor equipo del mundo femenino, Rabobank, y para el 2012 anunció su retiro, para iniciar entrevistas y pláticas donde contaba su milagrosa recuperación. Siempre quedó la duda de aquel milagroso impacto que la llevo a recuperar la movilidad de sus piernas, porque había testimonios que decían que la vieron caminar en 2009, cuando fue premiada como la mejor atleta discapacitada de Holanda.
Pero este año, Monique Van der Vorst reconoció públicamente que su sorprendente recuperación no fue cierta, argumentando que su problema no estaba en la médula espinal, sino en su cabeza. La atleta hoy tiene 30 años y seguro con mucho por hacer en la vida, aunque su mentira en el deporte será una losa que cargará por siempre, no obstante, ojalá su “enfermedad” haya tenido un lado positivo y sirviera de inspiración para fortalecer el espíritu y la voluntad de quienes lo necesitaran.
Nos leemos el próximo domingo, y recuerden: “Máscaras habrá muchas, pero Enchilada… sólo una”.
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