SALUDOS ENCHILADOS amigos… imagínense a 600 millones de espectadores sentados frente al televisor viendo un partido de futbol, sí, 600 millones, ¿pues qué partido es?, nada más y nada menos que el Clásico español Real Madrid-Barcelona, el único Clásico que es seguido en todos los rincones del mundo, que ha rebasado las fronteras de España y que es jugado por dos equipos que tienen aficionados en gran parte del planeta. De ahí que el último clásico entre estos dos colosos lo hayamos visto tal cantidad de espectadores. Pero, ¿qué pasaría si no se volviera a dar dicho encuentro?, es una de las preguntas que nos podríamos empezar a hacer a partir de hoy.
Y es que hoy domingo, en Barcelona se votará sobre la posible independencia de Cataluña, como sabemos, en los últimos años se ha impulsado una consulta por su independencia, la misma que ha sido negada por el gobierno español. El pasado jueves, el Tribunal Supremo de España rechazó el recurso con el que el gobierno de Cataluña intentaba frenar la impugnación que el presidente Mariano Rajoy hizo a la consulta sobre la independencia convocada para este domingo en la región azulgrana de España. Con la decisión del Tribunal Supremo, dicha consulta queda fuera de la ley española y se convierte en una consulta simbólica sobre la independencia de la región; pero servirá como termómetro para saber si los catalanes quieren ser un país independiente o no.
Los 7.5 millones de catalanes que habitan la región económica más grande de España, que se dice tiene una producción anual de 193,000 millones de euros, sólo comparada con Escocia, país que por cierto hace poco y en una consulta optó por seguir siendo parte del Reino Unido, llevarán su voz a las urnas, en un plebiscito organizado por 41 mil voluntarios coordinados por el gobierno catalán.
Pero, dejando a un lado lo político, en el deporte español y entre los catalanes la consulta servirá para conocer qué podría depararles el destino en caso de que más adelante se diera la independencia de Cataluña del resto de España, y lo interesante es imaginarnos que la liga española de futbol así como otros deportes donde participan dejarían fuera al Barcelona por ser de un país distinto, además de todos los clubes catalanes como el Nàstic, el Girona, el Espanyol, el Llagostera, el Sabadell, entre otros. Suponiendo que esto pasará, el Barcelona FC, uno de los clubes más poderosos del mundo, se quedaría sin una liga dónde jugar, lo que automáticamente le llevaría a poner en riesgo los 680 millones de dólares anuales (530 millones de euros) que obtiene por ventas, entre ellos 135 millones de euros anuales para transmitir los juegos de la liga, además de los millones de seguidores que tienen fuera de las fronteras de Cataluña y de España. El único medio para que los azulgrana siguieran jugando en la Liga Española sería haciendo cambios en la Ley del Deporte Español, en donde se debería especificar el caso de todos los clubes catalanes, como ahora lo hace Andorra, que es una nación independiente y que participa en las competiciones españolas. Por supuesto, a la Liga Española no le conviene en términos de marketing, patrocinios y contratos de televisión dejar fuera a uno de los grandes de España, pero primero veremos qué pasa hoy con esta consulta, que a final de cuentas es el primer gran paso para la independencia tan anhelada del pueblo catalán con el resto de España.
Nos leemos el próximo domingo, y recuerden: “Máscaras habrá muchas, pero Enchilada… sólo una”.
Twitter: @mascarenchilada
contacto@mascaraenchilada.com.mx