PARA ENCHILAR LA PIEL / “POR LOS
SIGLOS DE LOS SIGLOS…”
SALUDOS Enchilados amigos… termina una semana que nos lleva a la reflexión y que permite al mundo católico un espacio de recogimiento. En la Semana Santa el tiempo se divide para algunos, en un lapso de guardar y meditar, y para otros, es una oportunidad de convivir con amigos y familia, el cual puede aprovecharse para descansar, vacacionar e incluso practicar o ver algún deporte. De modo que hoy, lo invito a que juntos hagamos un breve recorrido por los escenarios que sitúan a Jesús, y veamos cómo se practicaba el deporte en esos tiempos.
Y es que de acuerdo con diversas referencias, en la época en que nació Jesús, el deporte había perdido su esplendor, no obstante los Juegos Olímpicos en la antigua Grecia se celebraban en forma regular, éstos no pasaban por su mejor momento. Para esos tiempos, Roma ya tenía sus propios juegos que incluían digamos un toque “muy diferente” para el público que acudía a verlos; las carreras de carros eran uno de los deportes más populares debido a su peligrosidad tanto para los esclavos que los conducían como para los propios caballos que jalaban dicho carruaje, mismos que sufrían serias lesiones, llegando incluso a morir en pleno escenario, lo que producía un espectáculo extra.
El boxeo era otro deporte que se practicaba y que gustaba mucho a los espectadores, sin faltar las peleas entre gladiadores, quienes en la lucha cuerpo a cuerpo o grupos contra grupos, mismas que tenían un cruel interés para el público por la sangre que se derramaba y que llevaba a los participantes no sólo a perder la pelea, sino la vida.
De acuerdo con estudiosos de la época, cuando nació Jesús había muy poca actividad deportiva porque no había juegos judíos organizados, pues a los deportes los consideraban algo helenístico que se identificaba con el mundo grecorromano, los enemigos naturales de los judíos. Aquello no significaba que estuvieran en contra del deporte, sino que rechazaban la referencia de quienes los practicaban. De ahí que los datos que se conocen son juegos que en esa época se practicaban como las carreras de carretas o el lanzar y atrapar en diferentes modalidades pelotas que se hacían con trapos amarrados y cosidos de forma lúdica y de entretenimiento, no como un deporte establecido.
Las referencias bíblicas para conocer más sobre la época sólo hablan de ejemplos asociados a la caza o a la defensa más que a deportes o atletas como los conocemos hoy. Así encontramos pasajes que se refieren al tiro con arco o al lanzamiento de piedras con la honda. Los expertos dicen que de esta forma se documenta y sabemos que los judíos eran hábiles con el arco y la honda, pero no que las practicaran en forma consistente y menos como una actividad deportiva.
Pero fue hasta diez siglos después de la muerte de Jesús cuando en la Edad Media el tiro con arco, los juegos de pelota, la lucha, la natación y el levantamiento de objetos pesados se volvieron conocidos y practicados como deporte.
De esta manera y aprovechando estas fechas, hemos querido subrayar cómo el deporte desde hace varios siglos (antes y después de Cristo) ha formado parte de los pueblos y su cultura, convirtiéndose en pieza fundamental de su desarrollo. Por eso, por favor no espere hasta el próximo período vacacional para volver a hacer deporte… inclúyalo ya en sus hábitos diarios.
Nos leemos el próximo domingo, y recuerden: “Máscaras habrá muchas, pero Enchilada… sólo una”.
Twitter: @mascarenchilada
contacto@mascaraenchilada.com.mx